Nota: los talleres de impresión fueron desmantelados y trasladados a la llamada "Granja de la Watchtower" en Wallkill, el edificio de uso logístico situado en la calle Furman se vendió en una gran operación inmobiliaria, los dos hoteles propiedad de la Watchtower (su complejo económico es muy extenso) también se vendieron, así como una serie de lotes de edificios y apartamentos donados por los fieles.
La sede central, un edificio comprado a los llaboratorios Squibb también está en una posible fase de venta. Todo el barrio de Brooklyn ve la salida de la Watchtower como una forma de lograr que los residentes paguen impuestos y dar valor al barrio.
Testigos de Jehová, Jehovah witnesses, un negocio inmobiliario de más de un BILLÓN DE DÓLARES solo en sus casi cuarenta edificios en el barrio de Brooklyn, Nueva York. Otras propiedades, como las fincas agrícolas de Florida fueron vendidas con mucha "fidelidad y discrección".
En España, seis millones de euros en la venta de sus dos catedrales en Barcelona, una situada en el barrio de Horta, (que cerrará a final de este año), la otra en el municipio de Sant Quirtze del Vallés, cerca de Sabadell, las dos están en fase de venta.
Sin olvidar la gran venta de la mayor parte de sus instalaciones centrales en Madrid, en el muncipio de Ajalvir, con un valor superior a los 40 millones de euros.
Sorprende su crítica hacia otros cultos, ¡tienen una empresa de venta de vehículos de segunda, mano con un inventario -en Estados Unidos*- de solo 142 coches, con un precio mínimo de 12.500 dólares!, total stock a la venta de 1.775.000 dólares. Se trata de los coches que pagan los miembros del culto a los obispos o "viajantes" (la jerga de la Watchtower es un claro síntoma de sus métodos económicos-culto tipo made in U.S.A.) a través de resoluciones de un donativo "resolución" por cada miembro de la iglesia local.
Información contrastada suministrada por obispos locales de los testigos de Jehová en España y por medios de comunicación.
*En España tienen el mismo sistema centralizado desde la confesión del notorio arraigo, un sistema de leasing, pagado por una forma de donativo-impuesto-resolución que se aplica calculando un coste mensual por cada miembro de cada iglesia local, dotan a los "superintendentes viajantes" de un vehículo pagado por los publicadores (miembros de cada iglesia local) nunca informan de la posterior devolución del vehículo ni del valor residual del mismo, en ocasiones algunos lotes de las flotas de vehículos han sido vendidos a través de terceros próximos al culto, nunca se informa a los miembros de base de las iglesias locales.
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