domingo, 30 de junio de 2013

Las fotos de Agustí Centelles i Ossó en Getty Images y Corbis, el reconocimiento del autor.

En Badalona (Barcelona), octubre de 1934, fotografía realizada por el pool que formaba Agustí Centelles y Joan Andreu Puig Farrán.

Destaco las nuevas  investigaciiones  de los pasados dieciocho meses del equipo de documentación de Centelles In edit oh! sobre la fotografía durante la guerra civil en general y sobre la obra de Centelles en particular, yo  no omito a ninguno de los investigadores que aportan miles de referencias bibliográficas hasta la fecha desconocidas.


@OctaviCentelles, desde mi Ipad.

Esta semana intensa en todos misp royectos personales de difusión e investigación, tengo a todo mi equipo en Madrid.

Mar Ansin: «el combate vital del tío Charlie»


El combate vital del tío Charlie

El fotógrafo neoyorquino Marc Asnin retrata en un libro la caída a los infiernos de un familiar al que siguió durante 30 años

El tío Charlie, sentado en el salón de estar de su casa en Brooklyn con su nueva pistola en la mano, en 1996. / MARC ASNIN / CONTRASTO
El fotógrafo neoyorquino Marc Asnin ha tardado treinta años en parir un libro de fotografía. Para ello ha contado con la aquiescencia de su tío Charlie, del que ha documentado su descenso a los infiernos, tras registrar sus momentos de vulnerabilidad y sus ajustes de cuentas con la vida.
Ése ha sido el principal empeño de Asnin, que comenzó a seguir los pasos de su tío como un proyecto académico, durante su primer año en la Escuela de Artes Visuales (SVA) de Nueva York, y acabó siendo el testigo de la decadencia —pero también de la humanidad— de un familiar caído en desgracia.
La editorial milanesa Contrasto, comandada por el italiano Roberto Koch, ha traducido ese registro vital en una obra singular, Uncle Charlie, que ha sido elogiada por la crítica especializada y que entremezcla reportaje fotográfico en blanco y negro, imágenes de álbumes familiares, memorabilia, narración oral y un tratamiento tipográfico atípico.
La historia de Charles Henschke, un hombre inteligente que tuvo malas influencias y peores compañías, está llena de dolor. “Vi a mi padre perder su lucha por sobrevivir; también he sido testigo de mi propia lucha por vivir. O la ausencia de la misma”, confiesa el personaje. Se transparenta, en su narración episódica transcrita por Asnin, no solo una inteligencia poco común sino una sensibilidad mal emparejada con las decisiones tomadas y las experiencias vividas. Son años de confesiones que resumen una vida marcada por la esquizofrenia, las adicciones, y una relación envenenada con su familia, en su línea ascendiente y descendiente. Por eso, la nota constante en la historia de Charlie es el sufrimiento, ya sea sobrevenido, autoimpuesto o infligido a otros, y presente en varias formas: un padre alcohólico, desconectado y ludópata, una madre ausente, una familia desestructurada, el trauma de una bar mitzvah (fiesta judía de transición a la vida adulta) inventada por sus familiares, el engaño, la muerte, los problemas de salud mental, las parejas drogadictas… Todo ello aparece documentado, con sus propias palabras y en las fotos de Marc Asnin, en Uncle Charlie.
Asnin es apenas un adolescente cuando se matricula en la escuela de arte y comienza a fotografiar a su tío, la oveja negra de la familia. Un personaje maldito habituado a los bajos fondos con el que establecerá una relación de 30 años y del que aprenderá unas cuantas lecciones de vida. Asentada la confianza, el fotógrafo decide grabar y transcribir sus conversaciones con su tío y descubre las diferentes capas de humanidad que se esconden tras el personaje.
En 1994, los primeros frutos de ese trabajo ven la luz en el festival Visa pour l'Image de Perpiñán, en el sur de Francia. “Esa cita fue clave por varios motivos”, relata Asnin. “Un año antes había fallecido mi madre, que luchó para que su hijo fuera a una prestigiosa escuela de arte. En la exposición conocí a mi mujer. Y el reportaje llamó la atención del director de la revista Geo France, que acabaría publicando las fotos más adelante con un relato del escritor Jerome Charyn”. Ese fue el germen de Uncle Charlie: “La exposición y el relato me hicieron ver la necesidad de una narración, de hacer un proyecto a largo plazo”, dice Asnin.
Primer plano de Charles Henschke, 'tío Charlie'. / MARC ASNIN / CONTRASTO
La relación del sobrino con su tío nunca ha sido fácil, asegura el fotógrafo. “Le llevé el libro impreso a la residencia para ancianos de la calle Palmetto, en Brooklyn (‘donde los elefantes van a morir’, según mi tío). En un momento dado, llamaron al timbre. Entró una señora, y Charlie le dijo: ‘Este es mi libro. Estas son mis palabras’". Ese orgullo momentáneo contrasta con un pasaje en el que Charlie expresa su temor a no ser enterrado en un cementerio judío y acabar en un cementerio para vagabundos. “Cuando mi tío dice: ‘Nadie me conoció en vida y nadie me conocerá en la muerte’, eso lo interpreto como un ‘fuck you’ [que te jodan] dirigido a mí”, afirma Asnin.
El trabajo documental, añade su autor, no ha sido suficiente para superar las barreras entre personaje y retratista. “Debido a sus problemas de salud mental, no es capaz de reconocer emocionalmente nuestra relación. No es capaz de verbalizar o de asumir interiormente que, durante 31 años, me ha estado contando su vida y yo he estado escuchándole”, dice Asnin. “Pero al final, a pesar de no haber accedido a una educación y de haberse sentido un perdedor, mi tío ha conseguido contar una historia. Su historia”.
En noviembre tendrá lugar una exposición inspirada en el libro en la galería La Petite Poule Noire de París. “En el sótano podrás sentarte en una silla y escuchar la voz de Charlie”, avanza Marc Asnin. El fotógrafo encontró hace años una serie de polaroids que tomó de su tío. “Las encontré en un cajón. Habían perdido los colores por el paso del tiempo, y parecían imágenes fantasmales. Quizá incluya algunas de esas instantáneas, ampliadas y pintadas en colaboración con un artista, en la exposición”.
Marc Asnin, como su tío, puede estar horas hablando sin afectación sobre la historia de su familia, lo que significa para él su herencia judía, o de por qué se ha pasado 30 años tomando fotos de su tío. Al final, se intuye que Asnin sigue siendo más o menos el chico de Brooklyn que empezó a tomar fotos a los 12 años y al que siempre le fascinó el periodismo. El mismo que vio una foto del tío Charlie incluida en la exposición del MoMA Pleasures and terrors of domestic comfort (1991) pero que no vería publicado el compendio de ese esfuerzo hasta 2012.
El trabajo memorable que hay detrás de Uncle Charlie no convenció en su día a Random House ni al realizador de documentales Alan Berliner. Pero su voz no puede ser más sobrecogedora. Como la frase que acompaña a la foto de Charlie Henschke mirando a una ventana, al final del libro: “Llovió eternamente”.

José Demaría Campúa, Viviendo entre fotos


El fotógrafo de Franco

Libro 'Campúa'. No utilizar más
Según explican los autores de 'Campúa. Viviendo entre fotos' en las páginas de este libro, el fotógrafo mantuvo una relación de "respeto y lealtad" con el dictador desde la época de la Guerra Civil española hasta los últimos días del regimen. En la imagen, el propio Campúa explica a Franco el funcionamiento de una de sus máquinas fotográficas durante una audiencia en el Pardo, en 1967.
'Campúa' de José Demaría (2). No utilizar más
La imagen que no pudo tomar: "El cadáver de Eduardo Dato en el depósito de Madrid". Pepé Campúa no logró fotografiar el cadaver de Eduardo Dato, entonces presidente del Consejo de Ministros, asesinado en un atentado e la plaza de la Independencia de Madrid en 1921. Pero esta imagen se publicó como exclusiva mundial el 16 de marzo de aquel año. ¿Qué ocurrió? La obra incluye un framento de una entrevista donde el propio Campúa explica lo sucedido: "Quise fotografiar el cadaver, pero la hija del Presidente, llorando, me pidió que no lo hiciera". Su jefe quería quería publicar la imagen, por lo que el fotografó realizó una composición: "Compuse una doble página (...) y, luego, se colocó con arreglos la figura de Eduado", confesó años más tarde. 
'Campúa' de José Demaría (2). No utilizar más
Alfonso XIII en su primer viaje a Hurdes, una comarca de Extremadura, representación de las zonas más pobres de España. El entonces rey entró en contacto durante cuatro días con el analfabetidmo, el paludismo, a miseria y el bocio. Sólo podían acompañarle dos periodistas: un cronista y un fotógrafo. Campúa fue seleccionado para ocupar el segundo lugar. "La opinión pública fue consciente de la pobreza que albergaba esa zona", se explica en las páginas de este libro. 
'Campúa' de José Demaría (2). No utilizar más
La primera experiencia com fotoperiodista bélico le vino durante las campañas de África de 1920 y 1923, como lo había hecho su padre, también fotógrafo, entre 1909 y 1911. Su cobertura gráfica le proporcionó su éxito definitivo. En la imagen, aparece el teniente coronel José Millán Astray, creador de la legión española, mientras habla con el corresponsal de guerra y fundador del diario 'El Sol', el 5 de cotubre de 1921 en Marruecos.
'Campúa' de José Demaría (2). No utilizar más
En 1939, finalizada la guerra civil española, Hitler recibió en la Cancillería alemana a la comisión de generales y oficiales españoles que acompañaron a la Legión Cóndor -las tropas aéreas que el III Reich envió para apoyar a Franco- en su regreso a Alemania. En la imagen, Hitler conversa con los militares españoles. A su izquierda, el general Gonzalo Queipo de Llano y, enfrente, el general Juan Yagüe. 
'Campúa' de José Demaría (2). No utilizar más
Pepe Campúa siguio la trayectoria de Franco de cerca. su colección incluye muchas fotografías personales y familiares del dictador. En la imagen, Franco a caballo durante una cacería en los montes de El Pardo el 27 de febrero de 1969.
'Campúa' de José Demaría (2). No utilizar más
Pepe Campúa siguió los pasos del dictador hasta prácticamente sus últimos días. En la imagen,  el secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, visita a Franco el 8 de diciembre de 1973

Barcelona, 11 de mayo de 1936. Fira de Sant Ponç en la calle del Hospital.

Barcelona, Fira de Sant Ponç en la calle del Hospital.

11 de mayo de 1936, según investigación reciente del equipoOctaviCentelles

sábado, 29 de junio de 2013

Las fotos de Agustí Centelles i Ossó en Getty Images y Corbis, el reconocimiento del autor.

Barcelona, enero de 1938, víctimas de los bombardeos.

Copia de autor. 

Foto: Agustí Centelles i Ossó, (c) 2013 Archivos Estatales, MECyD, CENTRO DOCUMENTAL DE LA MEMORIA HISTÓRICA, Salamanca. Todos los derechos reservados.

«Víctimas del bombardeo sobre Barcelona, enero de 1938, con sello del  Servicio Español de Información Tiraje de época»

Ver artículo en wikipedia sobre Bombardeos sobre Barcelona en 1938. 


equipoOctaviCentelles / CM-Catherine

Las fotos de Agustí Centelles i Ossó en Getty Images y Corbis, el reconocimiento del autor.

Con la colaboración de todo el equipoOctaviCentelles y con una  destacable ausencia ¿temporal?, seguimos buscando todas las fotografías que hizo mi padre, tengo mucho interés en depurar las que no fue autor y sobre todo, documentar con rigor,  fechas y lugares.

Acabo de buscar la definición de "ucronía".

@OctaviCentelles, desde mi Ipad
equipoOctaviCentelles, CM & Catherine

Ascensión al «Cavall Bernat» marzo de 1936.



@OctaviCentelles, desde mi Ipad.

viernes, 28 de junio de 2013

Leica IA, Buñuel, Calanda.

Leica I A
Ayer llegaba de Londres, con un regalito en plan buen rollo a nuestro asesor, hoy salgo de viaje, estoy satisfecho, inquieto, aprendiendo, conociendo, ¿investigando?, espero mejorar las relaciones y que todos nos tomemos la vida con calma, inteligencia y respeto a los magníficos trabajos que están permitiendo descubrir la obra de Centelles por encima de tanta leyenda urbana. Tengo unos días muy intensos, buceando en archivos, con mi total colaboración para las próximas tesis doctorales.

Autobiografía de Luís Buñuel (de Calanda):

«en diciembre de 1930, embarqué en El Havre en el trasatlántico norteamericano Leviatán , el más grande delmundo... yo adoraba América antes de conocerla, Todo me gustaba... pasé cinco días en Nueva York, en el hotel «Algonquin»... tomé un tren para Los Ángeles, llegamos a las cinco de la tarde, después de cuatro días de viaje...
 Al día siguiente, me instalé en un apartamento de Oakhurst Drive, en Beberly Hills, mi madre me había dado dinero. Me compré un coche, un rifle y mi primera Leica... »


Luís Buñuel
Mon dernier soupir,
Éditions Robert Laffont, París 1982


@OctaviCentelles, desde mi  Ipad. 

Penal de Santa María (Cádiz), Lluís Companys en su celda.

Esta imagen en positivo estaba en el fondo fotográfico de mi padre: Agustí Centelles i Ossó. Evidentemente, Centeles no viajó desde Barcelona hasta Cádiz, tampoco fotografió el viaje en tren desde Cádiz hasta Madrid, donde tuvo lugar un meeting en la plaza de toros, se desconoce todavía el autor de la fotografía.

Positivos que aparecieron en una Caja de Galletas con fotografías de Agustí Centelles i Ossó,

@OctaviCentelles /equipoOctaviCentelles

Reportajes conjuntos de Agustí Centelles y Joan Andreu Puig Farrán.




Reportaje fotográfico conjunto de Agustí Centelles i Ossó y su amigo Joan Andreu Puig Farrán, ascensión al Cavall Bernat,


Ver La Vanguardia 17 de marzo de 1936


« Un intrépido alpinista escala la cima del "Cavall Bernat" Es fama que el ingente monolito de nuestra montaña de Montserrat conocido con el nombre de «Cavall Bernat» es hasta tal punto inaccesible que nadie había logrado escalar su cima, a pesar de los múltiples intentos realizados por los alpinistas. Hace algún tiempo, tres muchachos del Ateneo Enciclopédico Popular de Barcelona pusieron, en lo más alto del empinado picacho, el estandarte de la entidad. Pero la hazaña fue puesta en duda o incluso negada, y, herido en su amor propio, uno de aquellos alpinistas, José Costa, quiso repetir á solas la gesta, y para ello se trasladó el domingo a la montaña fumosa, seguido de una caravana de excursionistas … que quisieron levantar, con su presencia, una especie de fe notarial. José Costa, intrépido, pero seguro de sus nervios, se echó a trepar por el «Cavall Bernat» y, en medio de los aplausos del público hizo ondear en su cumbre la bandera de Cataluña...»


Fotografía: del proyecto editorial de Antón y Joaquín D. Gasca
Texto: equipoOctaviCentelles / CM