domingo, 31 de julio de 2011

Fe de erratas. Tamiment Library,

En mis declaraciones a la agencia Efe indiqué (erroneamente) que la exposición de revistas originales era en la Biblioteca de la Universidad de Columbia, ERROR, me equivoqué,

La exposición tendrá lugar en la Tamiment Library, coordinada por el profesor Michael Nash.

Algunos medios de comunicación siguen dándome masajitos ¡muchas gracias, espero que en próximo ERE os paguen con un trozo de carnet de patriotismo!, el propio Subdirector Gral de Archivos de la época Treserras publicó en su librito que estábamos negociando el pago de los impuestos con obra de nuestra propiedad.

Hace meses el MNAC pudo exhibir una pintura de Fortuny a través de una dación en pago de impuestos.




la Tamiment Library, Michael Nash

miércoles, 27 de julio de 2011

No en mi nombre

Esta mañana iré a la Consejería de Cultura de la Generalidad de Cataluña. No tengo entrevista con el conseller Mascarell, por eso le dejo una carta personal. Por la tarde tengo que atender a los redactores de Efe Televisión que me han pedido una entrevista.

Hoy registramos en la sede del Ministerio la dación de una parte importantísima del fondo publicitario e industrial Centelles, tal como acordamos en las condiciones de compra-venta, irá a la sede del CDMH en Salamanca, junto a todos los contenidos y la exposición permanente en la sala de exposiciones "Agustí Centelles i Ossó"

EFE LLEIDA Octavi Centelles, uno de los dos hijos del fotoperiodista Agustí Centelles, ha dirigido una carta al conseller de Cultura, Ferran Mascarell, en la que deja claro que el fondo de su padre debe permanecer "única y exclusivamente" en la sede del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.En noviembre de 2009, los herederos legales de Centelles anunciaron la venta de este archivo histórico al Ministerio de Cultura, después de una larga serie de discrepancias, enfrentamientos y malentendidos con la Generalitat. Ante la posibilidad, planteada por el gobierno catalán, de que el archivo Centelles regrese en un futuro a Cataluña, Octavi Centelles se muestra inflexible e insiste en que el contrato de compraventa firmado con el Ministerio señala explícitamente la permanencia del fondo fotográfico en Salamanca, "para facilitar el estudio a todos aquellos investigadores que quieran acceder a su contenido". Todo el archivo, detalla Centelles , debe permanecer "de manera única y definitiva" en Salamanca, "sin posibilidad de realizar depósitos temporales".
Otro de los tesoros fotográficos que se salvó de la destrucción fue el archivo de Agustí Centelles, guardado en una maleta por él mismo durante su duro exilio. El pasado día 17 una de esas fotos protagonizó otro emotivo momento. Los hijos de Centelles entregaron (una copia original de)  el negativo a la hija de Mariano Vitini, el hombre que disparaba apoyado en un caballo muerto en Barcelona el 19 de julio de 1936. La foto es hoy famosa y recoge un instante real, como el de Marín o el de Brangulí. Tras los objetivos de estos tres fotoperiodistas no había besos fingidos como el que captó Robert Doisneau en París, sino actores reales de un tiempo para olvidar y también para recordar.

domingo, 24 de julio de 2011

No en mi nombre


Desmiento haber transmitido comentario alguno al señor conseller de Cultura, ni personal ni a través de mensajero alguno, exijo el cumplimiento íntegro del contrato de compraventa suscrito con el Gobierno de España, con el actual ejecutivo y con los próximos.


Procederé a responder por escrito al señor consejero. Si Mascarell juega con los medios de comunicación, yo le responderé por escrito y a través de los medios de comunicación.



Mascarell, convencido de que los archivos Centelles y Balcells volverán

El conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, está convencido de que "tarde o temprano" el archivo del fotógrafo Agustí Centelles volverá a Cataluña, igual que el de la agente literaria Carmen Balcells, que fueron vendidos por sus propietarios al Ministerio de Cultura.
Mascarell considera que si todas las partes implicadas hacen "las cosas medianamente bien", es "perfectamente posible" que el fondo del fotoperiodista catalán regrese a "donde al propio Centelles le hubiera gustado que estuviera".
Sin embargo, el pasado miércoles, Sergi y Octavi Centelles sostuvieron que los negativos del fondo fotográfico de su padre debían estar "de forma única y permanente" en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, según consta en las condiciones de venta de dicho archivo.
"Tengo el conocimiento directo -resalta Mascarell- por algunas personas del entorno de los Centelles para saber que es perfectamente posible que el fondo venga tarde o temprano. Creo que podremos contar con la disposición y la complicidad de los dos hermanos".
Respecto al fondo de Carmen Balcells, la agente literaria más importante de la literatura en castellano, con obras originales o manuscritos de premios Nobel como Mario Vargas Llosa y Gabriel Garcíz Márquez, el conseller no ha escondido que la próxima semana se reunirá con ella y "no creo que tengamos muchos problemas".
A su juicio, en Cataluña ya hay un fondo cervantino muy importante, así como otro de literatura castellana, y el archivo de Balcells "es la expresión de uno de los momentos más interesantes de la cultura catalana de los sesenta y los setenta, cuando acogió y fue cuna del movimiento de renovación de la narrativa latinoamericana".
En diciembre del año pasado, el Ministerio adquirió por 3 millones de euros el archivo de la agente literaria y lo trasladó al Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares (Madrid).

Más fotos de mi padre



Agustí Centelles, fotomontaje de corredores, 1930.



viernes, 22 de julio de 2011

Comunicado que he enviado a los medios



Reus (Tarragona) diciembre de 2009, señalo la fotografia
del brigadista estadounidense de origen cubano "Cuba Hermosa", 
cuya fotografía está en poder del presidente Obama"

Octavi Centelles ha salido hoy al paso de las palabras de Duran Lleida y en un comunicado remitido a Efe ha asegurado que él ni no  se siente representados "en ninguna posible comisión relacionada con el fondo fotográfico de Agustí Cetelles", dado que actualmente el propietario de dicho fondo es el Ministerio de Cultura.
"No aceptaré manipulación alguna diecinueve meses después de la venta, y mucho menos que se me involucre en una posible petición para que el archivo histórico pueda salir o trasladarse desde la sede del Centro Documental de la Memoria Histórica en Salamanca y pudiera ser cogestionado por la Generalitat de Catalunya", afirma Octavi Centelles en la nota. Explica además que la polémica venta del fondo fotográfico se realizó en diciembre de 2009 al Ministerio de Cultura ante el "acoso" del gobierno de la Generalitat, que decretó el inicio de un expediente de declaración de bien de interés cultural "sin comunicación previa a los interesados".
Entre las condiciones de venta de este archivo, advierte el hijo del fotoperiodista, se añadió una declaración notarial, firmada por los dos herederos, en la que se indica que los negativos deberán estar "de forma única y permanente en la sede del Centro Documental de la Memoria Histórica en la ciudad de Salamanca". Centelles remarca que en esta operación de venta "no primaron intereses económicos", puesto que se rechazaron "importantísimas ofertas privadas", y prevaleció en todo momento el compromiso del Ministerio de Cultura de dar la máxima difusión a la obra del fotoperiodista y el mayor reconocimiento institucional a título póstumo.


Comentario que he añadido en "La Vanguardia"

usuario
Octavi Centelles i Martí
23/07/2011 | 06:21h
Votos: 1 0


domingo, 17 de julio de 2011

Mariano Vitini revive en Barcelona, setenta y cinco años después.


Domingo, 17 de julio del 2011 - 17:12h.ImprimirEnviar esta noticiaAumentar/ Reducir texto
EFE (Barcelona)
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19 de julio de 1936. El guardia de asalto Mariano Vitini apunta su fusil, apoyado sobre un caballo muerto, contra las tropas rebeldes que se acababan de sublevar contra el Gobierno de la República. Estaba en la esquina de las calles Diputación y Roger de Llúria de Barcelona. Agustí Centelles, fotógrafo, inmortalizó el momento y convirtió al miliciano en un icono de la guerra civil española.






Maria Luisa Vitini, hija del miliciano, y Octavi Centelles en el lugar donde
se realizó la fotografía de Agustí Centelles: foto Joan Puig.

Setenta y cinco años después, en la misma esquina de Barcelona, Maria Luisa Vitini, una de las doshijas de Mariano, ha recibido una copia de aquella fotografía de manos de Sergi y Octavi Centellas, herederos del fotoperiodista. Con motivo del 75 aniversario de la guerra civil española los familiares de ambos hombres se han reunido para recordar aquel dramático instante.

Tres generaciones de estas familias se han dado cita en la intersección de las calles Diputación y Roger de Lluria, en el centro de Barcelona, sobre las 08:45 horas, la misma hora en la que Centellestomó la instantánea que daría la vuelta al mundo y que se convertiría en uno de los iconos gráficos de la contienda española que acababa de empezar: la de tres guardias de asalto que se resguardaban con sus armas tras los cuerpos de dos caballos muertos.

Durante el encuentro se han cruzado anécdotas y han firmado en una copia de la famosa imagen que se depositará en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, donde se guarda el original.

Emocione y recuerdos

"Es un momento emocionante, pero también duro porque recuerda un momento muy trágico", ha asegurado María Luisa, quien ha acudido acompañada por sus cuatro hijos. "Mi padre siempre nos decía que durante la guerra pegó muchos tiros, pero no nos dijo si había matado a alguien o no. No es algo de lo que estuviera orgulloso", ha comentado la hija del miliciano.

Los hijos, nietos y bisnietos que se han acercado hasta el 284 de la calle Diputación se han podido, además, fotografiar tras una gran reproducción de laimagen de Centelles, y también con la bayoneta del fusil que la familia Vitini ha guardado durante décadas.

Curiosamente, la famosa fotografía, que se publicó en periódicos y revistas de todo el mundo, entre ellas en la portada de Newsweek, es una recreación de una refriega "muy dura" que momentos antes de la instantánea se había producido entre los guardias de asalto y los insurgentes y que Centellesles pidió que reprodujeran.

Además, la foto original, en la que Vitini aparece en camiseta, junto a un casco militar como primer "trofeo de guerra", incluía otro personaje más, un hombre vestido de traje que empuñaba una pistola y que Centelles decidió no incluir en el encuadre definitivo por considerar que quitaba dramatismo a la imagen.

Trabajo de investigación


El acto de hoy es fruto del empeño del portavoz de la familia Centelles, Joaquim Gasca, así como del equipo de documentación de los herederos, que han trabajado en los últimos años para identificar a las personas que aparecían en sus instantáneas.



Mariano Vitini, un asturiano que tras la guerra se ganó la vida en una factoría de herramientas industriales, siempre supo de la existencia de la foto, pero no fue hasta 1978, cinco años antes de morir, cuando la pudo ver en un libro publicado por la Generalitat.

Vitini, según ha explicado hoy su hija María Luisa --quien nació dos años después de que se hiciera la foto-- no solía hablar demasiado de la guerra civil española, ni tampoco de la posguerra que se cobró la vida de dos de sus hermanos, Luis y José, dos activistas fusilados en 1944 y 1945, en el Camp de la Bota (Barcelona) y Vallecas (Madrid), respectivamente, por sus acciones contra la dictadura de Franco.

sábado, 16 de julio de 2011

El que dispara es Mariano Vitini

El que dispara es Mariano Vitini

Sergi Centelles, Ana Roja Vitini, María Luísa Vitini y Octavi Centelles.

Los Centelles entregan la foto que hizo su padre a la familia del guardia de asalto parapetado sobre el caballo
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 17/07/2011
Un guardia de asalto dispara su fusil parapetado tras una barricada de caballos muertos en un tiroteo en Barcelona el 19 de julio de 1936, apenas unas horas después del golpe militar que dará origen a la Guerra Civil. La imagen, tomada por Agustí Centelles, considerado como el Capa español, se convirtió en un icono de la contienda y fue portada de medios extranjeros como la revista Newsweek. El pie de foto no tenía nombre. Era "un hombre tras una barricada", "un defensor de la República...". Se llama Mariano Vitini. Y los hijos del fotógrafo, Sergi y Octavi, entregarán hoy, 75 años después, una copia de la foto a su hija y nietos en el mismo lugar donde fue tomada la imagen.


"Tanto a mi madre como a mi tía les hace mucha ilusión. La fotografía ha dado la vuelta al mundo como un icono de la Guerra Civil, pero nadie sabía que era mi abuelo. La habíamos visto en exposiciones, en libros, en prensa...", explica Ana Vitini, nieta del guardia de asalto. Ahora tendrán una copia del fotógrafo para su salón.
Mariano Vitini tenía, aquel 19 de julio de 1936, 28 años. Ya había conocido a María Luisa, pero no se casó con ella hasta casi 40 años después. "Mi abuela iba a divorciarse pero estalló la guerra y ya no pudo. Tuvo dos hijas con mi abuelo y no se casaron hasta mucho después. Todos sus nietos fueron a la boda", recuerda Ana Vitini. A él no le gustaba hablar de la guerra. "Siempre decía que le había costado dos hermanos". José y Luis Vitini fueron fusilados por el Régimen franquista en 1944 y 1945. El primero tenía 33 años y tras haber luchado en varios frentes en la Guerra Civil española combatió a los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Tras liberar Francia regresó a España con la intención de participar también en la liberación de su país, pero fue detenido por organizar el asalto a una delegación de Falange en Madrid y fusilado en la prisión de Carabanchel. Luis tenía 21 años y quiso seguir a su hermano. También fue capturado tras asaltar una fábrica de cerveza para obtener fondos para armamento y fusilado tras un consejo de guerra en el Camp de la Bota. Ambos hermanos tienen una calle en París.
Los hijos de Agustí Centelles están intentando identificar a los personajes retratados en las fotografías de su padre. Hace poco lograron ponerle nombre a un brigadista negro, miembro del Batallón Lincoln que ayudó a los republicanos durante la Guerra Civil y que resultó ser un cubano al que apodaban Cuba Hermosa. "Mariano Vitini y mi padre, el fotógrafo y el fotografiado eran republicanos de corazón, estaban en el mismo bando", explica Octavi Centelles. "Al juntar a las dos familias estamos acercando también 1936 a 2011, convirtiendo un documento en una historia"


viernes, 15 de julio de 2011

Agustí Centelles: el icono del inicio de la guerra





La fotografía icónica de Centelles.
La fotografía icónica de Centelles.  Centro Documental de la Memoria Histórica

Fotografía. El valenciano Agustí Centelles dejó una de las imágenes icónicas de la Guerra Civil. Tomada en las primeras horas del 19 de julio de 1936 en Barcelona, reconstruyendo el combate que acababa de suceder, la fotografía de los guardias de asalto parapetados tras caballos muertos fue portada en prensa de todo el mundo. Los hijos de Centelles han identificado a los republicanos y reúnen a sus descendientes.

Alfons Garcia
Valencia
Agustí Centelles (Valencia 1909 - Barcelona 1985) fue el único fotoperiodista que a las pocas horas de empezar la Guerra Civil española (el 18 de julio de 1936, del que ahora se cumplen 75 años) salió a las calles de Barcelona con su Leica. Eran las cinco de la mañana del día 19, en el Hospital Clínico había captado la llegada de heridos y allí obtuvo la información para ir hasta el lugar del combate: el cruce de las calles Diputació y Roger de Llúria. Cuando llegó (un kilómetro en línea recta), guardias fieles al Gobierno de la II República y milicianos habían detenido el avance de las tropas sublevadas en los cuarteles tras dos horas de lucha.
Había caballos muertos en la calzada, combatientes heridos entre ambulancias y Centelles pidió a un grupo de guardias de asalto que se pusieran en situación de combate tras la barricada formada por los cadáveres de los animales. Fue una de las pocas ocasiones en toda la guerra que "preparó" una fotografía, cuenta su hijo Octavi, y aquella imagen daría la vuelta al mundo. Unos días después era portada en Newsweek y en decenas de diarios y revistas de Europa y América. "No era fuego real, pero era un hecho real, en tiempo real y en lugar real", explica Octavi a Levante-EMV.
La imagen vuelve a ser actualidad porque los hijos de Centelles (Octavi y Sergi) lograron identificar hace tres años a los protagonistas de aquella fotografía: los hermanos Vitini Flórez, Mariano y José, una familia republicana que sufrió la cruda represión de la postguerra. Los Centelles reúnen mañana a sus descendientes -un buen número, residentes en Francia- en el mismo lugar de Barcelona para hacerles entrega de una copia de su colección particular y hacerse una fotografía con la misma cámara que utilizó su padre hace 75 años.
El propio Agustí, tan retraído a la hora de hablar del pasado y de su trabajo de fotoperiodista, reconocía el valor especial de esta imagen, que dio a conocer el estallido de la guerra española en muchos rincones del mundo. Junto con la del guardia de asalto (Mariano Vitini) en una esquina de aquel cruce de calles y un casco colgando, que al parecer era un trofeo, afirmaba que eran sus dos fotografías que "habían dado la vuelta al mundo".
Lo cuenta el investigador Antón Gasca, que ha realizado un estudio en el archivo de Centelles depositado en el Centro Documental de la Memoria Histórica. La serie completa de la calle Diputació consta de 20 imágenes y la fotografía original de la barricada de caballos era horizontal. Centelles realizó sin embargo un encuadre vertical para dotarla de mayor "fuerza e impacto", afirma Gasca. Newsweek acercó aún más la imagen sobre los guardias republicanos al reproducirla en su portada.
Centelles nació en Valencia, pero se desplazó pronto con su familia a Barcelona y se educó allí. Sin embargo, Joaquín Gasca, el impulsor de la investigación sobre el fotógrafo, asegura que sus orígenes le marcaron siempre. "Su tratamiento de la luz es equiparable al de Sorolla", afirma.
Octavi subraya lo poco dado que era su padre a recordar el pasado, aunque no se escondía cuando le preguntaban: "Conoció la miseria, la esperanza y las bofetadas de todos después de la guerra". Tantas, que el reconocimiento no le llegó hasta que se asentó la democracia.

Una obra escondida durante casi 40 años
Si los hermanos Vitini han permanecido sin identificar durante décadas, también el autor de la famosa fotografía quedó en el anonimato durante años. Perdida la guerra, Centelles se exilió a Francia y se llevó consigo el grueso de su trabajo en la contienda. Estuvo en el campo de concentración de Bram, donde continuó fotografiando -son algunas de las imágenes redescubiertas en los últimos años-, y pasó a colaborar con la Resistencia francesa durante la II Guerra Mundial (hacía fotos para identificaciones falsas). Detenido parte de su grupo y perseguido por la Gestapo, regresó a España, pero lo hizo sin su archivo de la Guerra Civil. Podían ser comprometedoras y revelar identidades si el material era interceptado. Así que dejó aquella maleta en la buhardilla de la casa en Carcasona de una familia amiga. En Barcelona ya no pudo volver al fotoperiodismo y se dedicó a la imagen para publicidad. Al morir Franco, volvió en 1976 a Carcasona para recuperar la maleta que nunca olvidó y que es la base del archivo que hace unos años causó un conflicto por la decisión de los hijos de cederlo al Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca.

jueves, 14 de julio de 2011

Agustí Centelles, 19 de Julio de 1936: una ciudad, un día, un fotógrafo

Barcelona, 19 de julio de 1936, Agustí Centelles

Una ciudad, un día, un fotógrafo:
Barcelona, 19 de julio de 1936, Agustí Centelles



A.G.
Documentalista

El médico y sociólogo francés Gustave Le Bon (1841-1931) escribió: «El
talento de los historiadores de gran prestigio consiste en hacer verosímiles las
inverosimilitudes de la historia.»
Cinco años después de su muerte, en el año 1936,
el fotógrafo Agustí Centelles Ossó recorrería la ciudad de Barcelona —con su
cámara Leica de paso universal— documentando las ‘verosimilitudes’ de nuestra
historia… Una ciudad, Barcelona; un día, 19 de julio de 1936; y un único fotógrafo,
Agustí Centelles.

Era ‘inverosímil’ que un general republicano, Francisco Franco, se alzara
en contra del gobierno al que debería defender, pues tan sólo unos meses
antes, el 14 de abril de 1936, Franco se encontraba en Santa Cruz de Tenerife,
conmemorando ‘lealmente’ el quinto aniversario de la proclamación de la
República. Hay constancia gráfica de esta celebración, que tuvo lugar en el
edificio de Capitanía General en la plaza del general Weyler de Santa Cruz de
Tenerife. Conocemos los hechos gracias a las imágenes de Adalberto Benítez. El
mismo fotógrafo captaría los planes de Franco para alzarse durante la República:
recepción de la armada en Capitanía General (en la que aparece un jovencísimo
Carrero Blanco) y posterior reunión militar (merienda) en el monte de las
Mercedes.

En 2011 se cumplen 75 años desde el comienzo de la guerra civil española,
que oficialmente comenzó a las «cinco de la tarde» del 18 de julio de 1936. Así
figura en el bando que Francisco Franco firmó declarando el «Estado de guerra
en todo el Archipiélago». Este Bando se mecanografió en papel de barba, a dos
columnas. Los únicos elementos que aparecen escritos a mano son: primero, el día
—«diez y ocho»—; segundo, la firma de Franco. Examinando el Bando parece que
lo único que había quedado pendiente era el día, pues la hora —«a las cinco horas
del día de hoy»— está mecanografiada. Y eso que, el día anterior, el 17 de julio, ya
habían empezado los primeros movimientos de las tropas sublevadas en territorio
marroquí.

Doce horas después de la entrada en vigor del Bando, a las cinco de la
mañana del día 19 de julio, los militares alzados salieron de los diferentes
cuarteles de la ciudad de Barcelona en dirección al centro, para tomar los edificios
y plazas públicas clave: como la plaza de España, la plaza de la Universidad, el
edificio de la Telefónica y el hotel Colón en plaza de Cataluña, la Comisaría de
Orden Público en Vía Layetana y el Palacio de la Generalidad.

Agustí Centelles, que había comenzado su carrera como fotoperiodista

independiente en el año 1934, y que fue el precursor del fotoperiodismo moderno
en España —al acercarnos a las personas fotografiadas («proximidad»); al
evitar las fotos clásicas tomadas por baterías de fotógrafos con cámaras de
trípode; al usar la luz natural en vez del disparo de magnesio; al centrarse en
una o dos personas, en vez de grandes grupos; al reflejar los sentimientos y
las sensaciones—, no tuvo reparos en recorrer su ciudad y exponer su vida al
fotografiar cómo la ciudadanía se enfrentaba al ejército alzado.

Él mismo relató que se encontró en «tres o cuatro ‘fregaos’» en los que estuvo
a punto de ser alcanzado, incluso por fuego amigo. En uno de aquellos momentos,
en la calle del Tigre, al caer herido un guardia de asalto, un miembro de la FAI le
quiso matar y le salvó una voz desde un balcón que avisó: «Es en Centelles, de
L’Humanitat.» Le salvó la voz y le salvó su trabajo.

En su archivo histórico hay decenas de fotografías del recorrido que hizo
por Barcelona: en el centro, con las barricadas; en el Hospital Clínico; en la calle
Diputació; en la plaza de Cataluña; en la Capitanía General; en las Ramblas. Sus
fotos no tienen desperdicio, y como el mismo dijo hubo «dos que dieron la vuelta al
mundo».

Esas dos imágenes son, en sus propias palabras: «el guardia de asalto en
una esquina con el fusil a punto, en Diputación-Lauria, y la barricada de caballos
muertos con guardias disparando».

Estas dos imágenes se han convertido en iconos gráficos de la guerra civil
española, no sólo por su publicación en la prensa internacional de la época,
incluso podemos verlas publicadas en libros europeos en el año 1974. Esta última
referencia no tendría ningún interés si no fuera porque Agustí Centelles recuperó
su archivo gráfico dos años más tarde, en 1976. Con lo cual la ‘verosimilitud’ de su
obra histórica se ha mantenido en la memoria colectiva internacional a pesar de
que su autor permaneció en el anonimato durante treinta y siete años, periodo en
el que su archivo gráfico permaneció en una buhardilla de una casa de la ciudad
francesa de Carcasona.

Las dos imágenes que dieron la vuelta al mundo corresponden a un reportaje
que Centelles realizó sobre los sucesos acontecidos en el cruce de las calles
Diputació y Roger de Llúria. El reportaje es una serie y corresponde a los últimos
20 fotogramas de un carrete de 36 imágenes. La imagen de los guardias de asalto
parapetados detrás de los caballos es el fotograma 18 (34 del carrete); la del
guardia de asalto apuntando en una esquina es el número 20 (36 del carrete).

Muchos estudiosos se han limitado a analizar estas imágenes desligándolas
del contexto, pero para ser ‘verosímiles’ debemos analizar todo en conjunto, o sea
la serie de 20 fotogramas.

Centelles llegó al campo de operaciones de la calle Diputació desde el
Hospital Clínico, donde había estado fotografiando a los heridos. Allí tuvo que

enterarse del combate que había tenido en el cruce de esta calle con Roger de
Llúria, donde se frenó el avance de las tropas que habían salido de los cuarteles
de la calle Gerona y de Artillería del cuartel de San Andrés. En línea recta entre
el Hospital Clínico y este cruce hay unos 1.200 metros. Pero para llegar tuvo que
zigzaguear por las ‘manzanas’ octogonales del Ensanche barcelonés, que tienen
unos 100 metros de ancho por 100 de largo. Así pues, Centelles llegó cuando el
combate había acabado.

¿Cómo pudo convertir en imágenes icónicas de la guerra civil hechos en
los que no había estado presente? ‘Reconstruyendo’ lo sucedido al recabar
información entre los vencedores. En la primera fotografía que toma aparecen
estos vencedores, dos a caballo, ocho subidos en un carro de artillería, y uno en el
lado derecho, frente al número 293 de la calle Diputació. Las sombras proyectadas
por el carro y sus ocupantes son casi paralelas, con lo cual Centelles llegó cerca
del mediodía al teatro de operaciones. Así, desde la primera imagen Centelles nos
informa de la realidad… él no ha estado presente en el combate, ha llegado cuando
ya había acabado. En la fotograma 6 de la serie empiezan a fotografiar los caballos
amontonados. Lo volverá a hacer en los fotogramas 9, 10, 13, 18 y 19. La serie
discurre entre esos cien metros de ancho que separan las calles Roger de Llúria y
Via Laietana, los recorrerá en ambas direcciones, para acabar en el cruce de Roger
de Llúria con Diputación. Algunos estudiosos creen que la calle se despejó cuando
llegaron cinco guardias civiles, lo cual facilitaría la realización de las imágenes
icónicas. La ‘verosimilitud’ nos muestra que los guardias civiles ya estaban en el
lugar de los hechos (fotograma 6, hay tres guardias civiles entre los milicianos y
guardias de asalto). Centelles documenta que estos guardias civiles suben a un
camión (fotogramas 7 y 8) por el lado izquierdo, y vuelven a bajar metros después
por el lado derecho (fotogramas 11 y 12), después recorren la calle y se dirigen
hacia Via Laietana.

Es entonces, cuando Centelles ‘reconstruye’ lo sucedido: tres guardias de
asalto y un civil aparecen parapetados detrás de los caballos muertos, apuntando
sus armas en dirección a la Via Laietana. No podemos aplicar el término «montaje»,
como se utiliza actualmente de forma peyorativa. Un «montaje» actualmente
intenta dar ‘verosimilitud’ a lo que es ‘inverosímil’. No es el caso. Centelles
construye la escena según la información. En el combate han participado civiles y
guardias de asalto. Los cadáveres de los caballos se han amontonado, se ha dejado
una caja de munición y un casco de un soldado rebelde ha pasado a ser un botín
de guerra. Aparece un cuarto personaje, un civil armado con una pistola… otra
muestra más de la ‘reconstrucción’ de lo sucedido, porque el civil está lejos de la
protección de la barricada de caballos muertos y va armado con un arma ligera.
Cuando positivó el negativo se dio cuenta del impacto que transmitía la imagen
si eliminaba al ‘hombre de la pistola’ y encuadraba la foto verticalmente. Esta
nueva imagen ‘creada’ en el laboratorio es la que daría la «vuelta al mundo». Los
sucesos ocurrieron el 19 de julio de 1936; días después el 1 de agosto de 1936,
la imagen sería portada en la revista estadounidense News-Week, con el único
título «Spanish barricade». Es una imagen impactante, con fuerza, que muestra
un combate a vida o muerte. También llegó a otras publicaciones europeas y se

mantuvo como referencia de la guerra civil española. Dos años después, en 1938,
la revista francesa Regards, al recordar los dos años de guerra, volvió a incluir
la misma imagen, pero con un encuadre mayor, en el que se aprecia al ‘hombre
de la pistola’. Con lo cual podemos afirmar, que la imagen, con los dos encuadres
(horizontal y vertical) tuvieron amplia difusión. El artículo de Regards lo firmaba
un joven aragonés llamado Raúl J. Sender.

La última imagen de la serie corresponde a un guardia de asalto apuntando
desde la esquina, unos metros atrás de la barricada de caballos muertos. El guardia
de asalto va en camiseta, muestra del calor de ese día, y es el nuevo propietario
del casco que ha tomado a un militar vencido. Otra muestra de la ‘reconstrucción’
de lo sucedido… si hubiera estado en el fragor del combate, hubiera cambiado su
gorra por el casco, que aporta mayor protección. Al hacerle la imagen a él solo,
Centelles le confiere cierto protagonismo. Este protagonismo ha hecho que los
investigadores hayan intentado averiguar quién era. Se le han atribuido posibles
personajes, hasta que en los años 2010-2011 los documentalistas han localizado a
los familiares de este guardia de asalto. El guardia de asalto que lleva una camiseta
blanca, según la información de la familia (su hija Manuela) es Mariano Vitini
Flórez (fallecido en 1983). Pero no estaba solo, en la imagen en que aparecen los
tres guardias de asalto, vuelve a aparecer Mariano Vitini y a su lado (el guardia
de asalto que aparece en el centro) es su hermano José (fusilado en 1945). Ya
no son protagonistas desconocidos… ahora se podrá incluir su nombre en el
título de la imagen, los museos que tienen copia de esta foto podrán actualizar
sus datos, algo que agradecerán sus usuarios: «El guardia de asalto Mariano
Vitini Flórez apuntando con su fusil en la esquina de la calle Roger de Llúria con
Diputació», o «Guardias de asalto, entre ellos los hermanos Vitini (Mariano y José),
parapetados detrás de una barricada de caballos». Esperamos que lo hagan, sobre
todo si son museos públicos. Excepto si únicamente se interesan en el soporte de la
imagen y no en el contenido. En este caso la publicación de este tipo de artículo y
su difusión en internet restará ‘verosimilitud’ a sus fondos sin actualizar.

Setenta y cinco años después la memoria vuelve a resurgir gracias a las
imágenes de Agustí Centelles… ¡qué interesante sería que se reencontraran
los descendientes (ya mayores por cierto) de todos los actores (fotógrafo y
fotografiados) para dejar constancia de cómo una imagen ha permanecido durante
setenta y cinco años en nuestro recuerdo! Las imágenes de Agustí Centelles son
espejos de nuestra historia en las que podemos contemplarnos para no olvidar lo
que hemos sido mientras proyectamos nuestro futuro. Hoy, también son lugar para
el reencuentro personal. — A.G.

viernes, 8 de julio de 2011

Inventario, nuevos proyectos / II

Acabo de adquirir un ejemplar del libro "Tabernas" de Luis Romero, publicado por la editorial Argos en 1950, ¡con fotografías de Agustí Centelles i Ossó! Cada "trobada" me emociona más, parece imposible seguir localizado fotografías vintage, revistas, periódicos, libros.

Estoy intentado comprar un lote importantísimo de material original de los años treinta, recuperar la obra de mi padre NO TIENE PRECIO, solo lo que se paga con dinero se valora. Me aplica a mí y a las administraciones locales y autonómicas.



Sigo con mis proyectos de recuperación de la memoria de mi padre, buscando fotografías, periódicos, libros, revistas, ¡todo lo que tenga relación con Centelles!

La memoria no te preu

jueves, 7 de julio de 2011

Inventario, nuevos proyectos

Sigo trabajando con nuevos proyectos para la difusión de la obra de nuestro padre, he encargado un inventario de todas las fotografías de Agustí Centelles i Ossó publicadas en los libros y publicaciones que han documentado la guerra civil.


Sigo trabajando, buscando material vintage.

Sigo trabajando, buscando más revistas y periódicos originales de la época.

Sigo trabajando, con las reclamaciones a todos los usos sin licencia de la obra de Centelles.

La memoria no tiene precio, todo lo demás se debe pagar, "no free lunch"

lunes, 4 de julio de 2011

Agustí Centelles: | Jusqu'au 10 juillet à la Base sous-marine de Bordeaux

Comme Robert Capa, il a saisi au plus près la déroute et l'exil des républicains espagnols.


Certains y ont trouvé la mort. Réquisitionnés par Vichy, transférés ensuite aux nazis, trois mille réfugiés espagnols ont été contraints de participer à la construction de l'imposante base sous-marine de Bordeaux, entre 1941 et 1943.
C'est en partie leur histoire que racontent les photographies de l'Espagnol Agusti Centelles (1909-1985) aujourd'hui présentées en ces lieux. Celles de républicains espagnols qui se sont donnés corps et âme pour sauver leur pays du fascisme, avant d'être obligés de prendre le chemin de l'exil. Et l'hommage qu'ils reçoivent est d'autant plus émouvant que ­l'exposition trouve dans ce gigantesque blockhaus une résonance unique, parfois glaçante.
C'est de cinéma dont rêvait Agusti Centelles dans sa jeunesse. Avant d'opter pour la photo. En achetant un Leica dès 1934, il devient le photoreporter le mieux équipé de son pays. L'Espagne est alors une jeune République. Mais Centelles est conscient de la fracture qui la divise. Une fracture symbolisée par deux clichés de files d'attente devant des bureaux de vote. Dans l'une, les ­représentants de l'Espagne conservatrice : un prélat arrogant, un golfeur en herbe, une dame en avance sur la mode franquiste avec son chapeau semblable au calot du Caudillo. Dans l'autre, des ménagères des quartiers populaires venues en masse exercer ce droit de vote enfin accordé aux femmes.
Lorsque Franco lance ses troupes à l'assaut de la République, le 17 juillet 1936, Centelles se range d'emblée du côté des républicains. Comme Robert Capa (1913-1954), auquel il est souvent comparé, il approche lui aussi son appareil au plus près du sujet : les rues de Barcelone tenues par les anarchistes. Les femmes qui s'engagent pour combattre, ce que l'Histoire n'avait encore jamais vu. Les civils, cible privilégiée - une première, là aussi - des franquistes et de leurs acolytes italiens et nazis. Et puis les combats.
Tout aussi terrifiantes sont ses photos du camp de Bram, dans l'Aude, où il est interné après avoir fui son pays. Elles disent l'enfermement, les con­ditions de vie détestables, l'humiliation, la folie qui guette. Heureusement, un photographe de Carcassonne l'extirpe de cet enfer en l'embauchant en 1939. La guerre à peine déclarée, Centelles s'engage dans la résistance. En 1944, lorsque la Gestapo s'apprête à l'arrêter, il choisit de rentrer au pays, laissant à sa logeuse la valise con­tenant tous ses clichés de la guerre d'Espagne. Il lui faudra attendre la mort de Franco pour pouvoir les récupérer deux ans plus tard, en 1977. Dommage qu'on n'ait pas privilégié ces tirages d'époque pour l'exposition. Ils lui auraient donné plus de force encore.
Yasmine Youssi

Telerama n° 3207 - 02 juillet 2011
VOS AVIS
Etoile rouge Etoile rouge Etoile rouge Etoile rouge Etoile rouge
Montsita - le 5/07/2011 à 07h38
Hommage aux exilés républicains espagnols, qui eurent à lutter contre l'indifférence voire l'exclusion de leurs voisins français, pourtant du Front Populaire, tout comme eux. Qualifiés de "rouges" car seule l'Union soviétique leur donna un coup de main, contrairement à l'aide massive que Franco recevait de la part de Hitler et de Mussolini.



Blum ferma la frontière pendant trois ans. Indifférent au sort des républicains espagnols. La Retirada, cet afflux d'un demi million d'exilés ayant dû tout abandonner, fut dramatique. Ils furent enfermés dans des camps de concentration, beaucoup y laissèrent leur vie. D'autres aidèrent la France à lutter contre le nazisme, sans reconnaissance aucune. Ce n'est qu'aujourd'hui que l'on aborde ce sujet tabou. 

domingo, 3 de julio de 2011

Gestion de residuos, Quim Monzó en el magazine de La Vanguardia

Gestión de residuos.
Quim Monzó
Magazine  3 de julio de 2011

Foto Agustí Centelles i Ossó, todos los derechos reservados
VEGAP / Centro Documental de la Memoria Histórica
Hace cosa de dos años se inauguró una exposición de fotografías de Agustí Centelles, tomadas tras la Guerra Civil, en el campo de concentración de Bram, cerca de Carcasona, en Francia. Como tantos otros camos, el de Bram se creó en 1939, cuando, huyendo del franquismo, los republicanos cruzaron la frontera. En sus barracas se hacinaban... miles de hombres. Las fotografías de Centelles son impresionantes, pero las que encogen el corazón son unas en las que se ve a los confinados defecando en barreños. ...[se] vendía su mierda a los labriegos de la zona, que la utilizaban como abono... Es muy impactante ver a hombres en cuclillas, con los pantalones bajados y el culo al aire y luego andando... cargando con sus propias heces...