Breve crónica desde un cyber café desde París

Me he acercado a Les Halles, a un cyber café del Boulevar Sebastopol, próximo al Centro Pompidou. Hemos tenido una interesante entrevista con nuestros abogados en París, nos ponemos a trabajar de manera inmediata con la reclamación, inicialmente amistosa a Les Témoins de Jéhová de Francia, han cambiado tantas veces de entidad que habrá que contactar con todas, ahora sus revistas no las imprimen en su gran taller en Louviers, donde tuvieron durante años instalada una magnífica rotativa  Hancho de 32 páginas. La sociedad matriz, la Watchtower  ahora está vendiendo sus grandes rotativas KBA, no informan a sus fieles, que con sus donativos y préstamos financian todas las operaciones económicas, venden sus grandes oficinas y sucursales, luego acabas descubriendo que invierten en fondos especulativos.


Tengo gran respeto a todas las creencias, que respeten los derechos humanos, que no tengan dogmas que pongan en peligro la vida de las personas o que creen problemas sociales, como la discriminación hacia personas de otras creencias o que abandonen el culto. 


Tengo el tiempo justo para comprar algún regalito y salir para el aeropuerto de Orly, volamos a última hora de la tarde de vuelta a Barcelona.


A final de mes me opero de la rodilla, espero poder modificar mi agenda de viajes, estoy ansioso por ver como se van desarrollando todos los proyectos del Premio Internacional de Fotoperiodismo Agustí Centelles i Ossó / Ciudad de Salamanca y otros proyectos en memoria de Agustí Centelles i Ossó: mi padre, mi maestro.


Tengo pendiente volver a Paris, con más tranquilidad y acompañado de Nati, que le debo otro viaje romántico. He localizado una pieza única en Estados Unidos, ya veremos cómo hago un breve viaje para buscarla. 


Octavi Centelles i Martí.