domingo, 27 de mayo de 2012

Barcelona, diez euros de entrada y un pequeño rincón.

En octubre de 2011, la New York University y el Centro Rey Juan
Carlos I expusieron cuarenta copias documentadas de las ochenta
que forma parte la exposición “Centelles > in_edit_¡oh!”.
Una parte de la prensa de la Ciudad Condal criticó el
espacio dedicado a la exposición, diciendo que este espacio
lapidaba el prestigio de Agustí Centelles Ossó, acompañaba su
artículo con imágenes en las que se apreciaban una mesa que
iba a acondicionarse para el catering que tendría lugar durante las
conferencias que se celebraron. En la crítica de autor se recabaron
comentarios de algunos autoproclamados “especialistas” en la obra de Centelles, que
por otra parte dudo hayan investigado y documentado en profundidad alguna de las
fotografías de mi padre.
Hoy, espero que los mismos críticos sean consecuentes y demuestren
que su anterior crítica no estaba dirigida por los colectivos que hasta
ahora han vivido a costa de mi padre y que incluso lo han tachado
de “fotógrafo de bodas y comuniones”. Pues bien, si se criticaba el
espacio expositivo de la New York University, ¿qué sucederá con la
saleta
(si es que puede llamársele sala) que el MNAC ha dedicada  a
Agustí Centelles?
Esta mañana he pagado 10 euros por acceder a esta sala de cuatro
por doce metros, donde se exponen unas pocas copias de mi padre
(no llegan a la veintena), mal iluminadas. La documentación de las
imágenes centradas en la técnica, pero descuidando la faceta artística
y documental (algo ya habitual en la exposiciones de Centelles
en Barcelona). Cualquiera que ve las fotografías que he realizado
creerá que está en la buhardilla donde las imágenes de Centelles
permanecieron treinta y seis años en el exilio.
¿Es esto lo que puede aportar el MNAC a la obra de Centelles?
A lo mejor es aplicable la frase publicada en su tiempo: “para este
viaje no hacen falta estas alforjas”?
Como hijo y heredero de Agustí Centelles creo que es una burla
dedicar este mínimo espacio, casi un pasillo de paso entre las obras
de Picasso y Fortuny. Un espacio anónimo, sin rotulación que la
identifique; ni tan siquiera en el billete de la entrada han indicado como
encontrar la sala.
¡Qué fácil se lo ha puesto la dirección del MNAC y la consejería de
Cultura al Centro Documental de la Memoria Histórica! Tan solo la
exposición Centelles in > edit_¡oh! prevista en Salamanca doblará la
información sobre Agustí Centelles y su obra.
Recuerden por favor, conservadores del MNAC que la fotografía no
sólo es una técnica, es un arte y un documento. Siguen cayendo en
los mismos y las mismas personas que desde el año 2006, no han
aportado ninguna investigación profunda a la obra de Centelles.

Menos “poesia” y más “justicia”.

Octavi Centelles i Martí

No hay comentarios:

Publicar un comentario