lunes, 1 de abril de 2013

La fórmula de la foto perfecta

La fórmula de la foto perfecta
Por Iker Morán.- Robert Capa decía que el truco era acercarse más. Henri Cartier-Bresson, que la clave era buscar el instante decisivo. Todo muy bonito, pero, ¿servirían las teorías de estos dos grandes maestros para estos tiempo de fotografías y redes sociales? Por supuesto, pensarán los románticos. Pues cuidado, porque hace un tiempo alguien hizo un experimento que parecía apuntar en dirección contraria: una fotografía de Cartier-Bresson colgada en Flickr sin identificar al autor no tardó en cosechar unas cuantas críticas negativas.Conscientes de este drama que acecha a los adictos a exponer su arte fotográfico, en Nikon han encargado un estudio a la Universidad de Berkeley (California) para dar de una vez por todas con la fórmula de la foto perfecta. O mejor dicho: el truco para que nuestras instantáneas consigan un montón de "Me gusta" en Facebook. Porque, después de todo, para eso hacemos fotos, ¿no?
Hay dos tipos de estudios: los que se ocupan de demostrar lo evidente y los que demuestran lo que la firma que encarga la investigación quiere que demuestren. Éste, dirigido por el profesor Paul Piff, cumple los dos preceptos, aunque más allá de las obviedades hay algunos detalles bastante sorprendentes.
¿Acaso la fórmula mágica para arrasar en Instagram (gatitos y "cupcakes") no sirve para otras redes sociales? ¿Somos más exigentes en Facebook antes de darle al "Me gusta"? Veamos.


Hay dos tipos de estudios: los que
demuestran lo evidente y los que
demuestran lo que la firma que los
encarga quiere que demuestren
Lo de los gatitos parece que es bastante universal, pero según los muchachos de Berkeley hay que ir un poco más allá. "Quienes suban fotos a Facebook deberían optar por imágenes que incluyan un paisaje o un animal y que además contengan en su composición una carga de inspiración, humor o belleza."
Total, que para ser los Ansel Adams en versión Zuckerberg lo ideal sería una foto con un par de gatitos jugando en un campo lleno de flores mientras el sol se pone sobre nubes de algodón con tonos anaranjados. Suena bastante empalagoso, cierto, pero no seremos nosotros los que llevemos la contraria a este estudio realizado a partir de una muestra de 500 europeos a los que se les dio a elegir entre 35 fotografías.
Una vez determinada la escena perfecta, ¿qué hay de la técnica? Es aquí donde Nikon barre para casa -que para algo han pagado ellos el estudio- y se aclara que por mucha mascota y puesta de sol que tengamos, si nuestra cámara es un churro, de poco nos va a servir.
"También es fundamental captar la luz de la forma más fiel a la realidad; dicho de otro modo, hay que conseguir la exposición correcta y minimizar el desenfoque." Traduzco, que los chicos del doctor Piff son muy de ciencia y no se atreven a llamar las cosas por su nombre: necesitas una cámara de verdad con conexión inalámbrica (como la Nikon Coolpix S800c) y no un móvil de mierda. De nada.
¿Y los filtros? ¿No se supone que juegan un papel mucho más importante que la calidad en estas imágenes destinadas a compartirse? Pues resulta que no. Al menos eso es lo que asegura este estudio, que deja patas arriba lo que todos pensábamos. Todos, incluidos los chicos de Facebook, Twitter, Flickr y compañía que han integrado filtros en sus últimas versiones móviles siguiendo la estela de Instagram.
"Curiosamente, el experimento también demostró que, a pesar de la popularidad de los filtros creativos que modifican el color o la textura de las imágenes, tales efectos no tienen apenas impacto sobre la cantidad de 'Me gusta' que recibe una imagen", reza la nota de prensa enviada por Nikon a los medios de comunicación. Fijo que en Instagram están con un disgusto que no veas.
Contenido que transmita emoción y calidad técnica. Eso es lo que realmente cuenta, concluye este estudio tras todo ese rollo de la fórmula magistral. Un alivio saber que Robert o Henri también habrían triunfado en Facebook. Nos queda la duda, eso sí, de saber si ellos también habrían sucumbido a la tentación de pasarse todo el día fotografiando y contándole al mundo lo que están comiendo.


@OctaviCentelles

Sala de exposiciones no es sinónimo de vestíbulo, ni en Cataluña, ni en el Pompeu Fabra.

Desde mi Ipad. 

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