jueves, 21 de noviembre de 2013

Batalla de Teruel, en memoria de la gran fotoperiodista Kati Horna.

Batalla de Teruel, en memoria de la gran fotoperiodista Kati Horna.


Esta foto, realizada por una fotógrafa centroeuropea, es paradigmática. Un UNL-35 auto blindado del Ejército Popular de fabricación republicana y que mejoraba el FA-I ruso, se encuentra detenido a la entrada de la plaza del Torico de la recién conquistada por los republicanos, ciudad de Teruel. Sus tripulantes se ríen al mostrar la rociada de balazos que lleva el frontal del vehículo.

Fondo documental Kati Horna en el Centro Documental de la Memoria Histórica en Salamanca.
Todos los derechos reservados.

Contacto para publicación y licenciar la fotografía:
cdmh@mecd.es, teléfono (34)923 21 25 35
Centro Documental de la Memoria Histórica, Salamanca

www.mcu.es/archivos/CE/ExpoVisitVirtual/kati/index.html

en wikipedia:
Kati Horna - nacida el 19 de mayo de 1912 en Hungría y fallecida el 19 de octubre de 2000 en México. Fotógrafa nacida en Hungría y mexicana de adopción.1 2
Siendo joven aprendió las técnicas de la fotografía en Budapest, donde trabajaba en el taller de un prestigioso fotógrafo húngaro. En 1932 se trasladó a París donde completó su formación y realizó varios reportajes para la agencia francesa Agence Photo. De esta época son sus famosos trabajos titulados El mercado de las pulgas (1933) y Reportaje de los cafés de París (1934). Pero aparte de fotografiar la realidad también son famosos sus trabajos creativos próximos al surrealismo, por ejemplo una imagen titulada Hitler eye, que consiste en unos huevos con bigote, o también historias de amor entre verduras, etc.
En 1937 la Guerra Civil Española iba a convertirla casi en una leyenda, uniendo la fotografía y el compromiso político a favor de las libertades, junto a otras famosas fotógrafas que vinieron a trabajar a España en esa época como Gerda Taro o Tina Modotti.
Kati recibió de parte del gobierno Republicano la realización de trabajos que fueran útiles para tareas de propaganda. En Barcelona trabajó para organismos y publicaciones republicanas, sobre todo anarquistas como por ejemplo Mujeres Libres o Tierra y Libertad. Algunas de sus fotos sirvieron para hacer carteles de propaganda republicana. También fotografió la vida cotidiana en diferentes pueblos en este tiempo de guerra. Sus imágenes están llenas de emotividad.
En España también conocería a su futuro marido, el pintor y escultor José Horna, de quien tomaría el apellido. Ambos huyen luego a París, llevándose un montón de negativos que no saldrían a la luz hasta 1979, cuando ya restablecida la democracia en España, Kati Horna los puso a disposición del Ministerio de Cultura.
Kati Horna siguió trabajando en París destacando su reportaje Lo que va al cesto (1939), pero la invasión nazi de Francia hace que tenga que volver a huir, esta vez a México, como tanto otros artistas y refugiados en general, entre ellos Tina Modotti.
México sería para ella su patria definitiva y allí colaboró en las más importantes publicaciones. Además fue profesora en la Univesidad Iberoamericana y realizó a lo largo de los años multitud de reportajes que le dieron una merecida fama, principalmente con trabajos vinculados al surrealismo. Destacan sus series La Castañeda (1945), Fetiches de S.nob (1962), Sucedió en Coyoacán (1962), Mujer y Máscara (1963) y Una noche en el sanatorio de muñecas (1963).
Kati Horna falleció en octubre de 2000. Su trabajo es motivo de frecuentes exposiciones y homenajes tanto en España como en México y otros países.

Octavi Centelles hace 10 meses
www.diariodeteruel.es/cultura/22868-la-caja-de-hojalata-d...
El contenido de la conocida como Caja de hojalata de la fotógrafa húngara Kati Horna, una de las reporteras que captó con su cámara detalles de los primeros meses de la Guerra Civil Española, protagoniza una exposición de la Universidad de Salamanca con motivo del centenario de su nacimiento.
El mito de la Caja de hojalata surgió porque, a pesar del numeroso material obtenido por Horna durante la contienda, tanto en el frente como en la retaguardia, sólo una pequeña parte pudo conservarse, los 270 negativos que guardó en este envoltorio para salir fuera de España durante la guerra.
El 12 de mayo de 1983 Kati Horna ofreció al Estado esta serie fotográfica y el 7 de noviembre de 1983 el Archivo Histórico Nacional recibió una caja con 270 negativos adquiridos por compra con destino a la Sección Guerra Civil.
En la exposición de Salamanca se ha realizado una selección de 70 imágenes originales que sirven como testimonio de la vida de la población civil durante la guerra, según explicó durante la inauguración del montaje el responsable del Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de Salamanca, Alberto Martín.
Con el título Kati Horna 1912-2012. Fotografías de las Guerra Civil española 1937-1938, la Universidad de Salamanca, en colaboración con la Filmoteca Regional de Castilla y León y el Centro de la Memoria Histórica, pretenden rendir homenaje a esta fotógrafa hasta el próximo 1 de abril.
Esta no es la primera vez que estas imágenes pueden verse en Salamanca pero la institución académica rescata de nuevo a la autora húngara, para rendirle un homenaje en el centenario de su, pero sobre todo para “acercar la fotografía a una nueva generación de estudiantes”.
La exposición se ha planteado además como una actividad complementaria a las muestras desarrolladas el curso pasado en torno a la fotografía de la Guerra Civil bajo el objetivo de Robert Kapa y Gerda Tardo.
El responsable del fondo fotográfico de la Universidad ha incidido en las “singularidades” de la fotografía de Kati Horna, en las que se transmite un “compromiso con el entorno captado, derivado de su militancia política”.
Así, destacó de ella que, “al contrario que el resto de fotógrafos de guerra, fue una fotógrafa humanista, no le interesó el sufrimiento”.
En este sentido, el director de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, José Ramón Alonso, señaló que los trabajos de Horna reflejan “un soplo de humanidad”. Por ello, consideró importante acercar de nuevo estas instantáneas a “una nueva generación de estudiantes” para que conozcan de cerca otra visión del conflicto civil.
Martín subrayó que la principal característica de Horna, que tomó el apellido de su marido, el creador surrealista mexicano José Horna; es “el reflejo del reposo y la vida cotidiana en medio del conflicto bélico a lo que se suma una orientación hacia la maternidad y el reflejo del papel de la mujer”.
La fotógrafa, que nació en 1912 en Hungría y falleció en octubre de 2000 en México, trabajó para las principales agencias y periódicos del momento.
En 1937 la Guerra Civil Española la convirtió casi en una leyenda, uniendo la fotografía y el compromiso político a favor de las libertades, junto a otras famosas fotógrafas que vinieron a trabajar a España en esa época como Gerda Taro y Tina Modotti.
En Barcelona trabajó para organismos y publicaciones republicanas, sobre todo anarquistas como Mujeres Libres o Tierra y Libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario