miércoles, 5 de octubre de 2011

¿HAS VISTO EL TELENOTICIES VESPRE?

Pues si de cabo a rabo.     ¿Y?             ????????????????
Pues nada de Centelles.
Y claro como siempre en este Pais es mas importante los foráneos que los autóctonos.
Mucho mas importante: Las repeticiones de lo ya expuesto y en el mismo lugar.                  
Capa / Taro / Chim = MNAC = TV3 Telenoticies nit  
Que New York Agustí Centelles  Spanish Civil War.

Se ve el plumero. Se rasgan las vestiduras para criminalizarnos, pero omiten la información de las noticias relacionadas con Agustí Centelles i Ossó por importantes que estas sean.                                                

Como podéis ver mis lectores. Ya os lo he anticipado esta mañana que sucedería en la tarde noche de hoy. Que es lo  que sucede siempre que mi entorno es noticia en positivo.                                          
Como lo esperaba.

He recibido de mi destacada a NEW YORK el texto integro que el  comisario a hecho servir en su discurso de presentación.
Os lo pongo para quien le interese la noticia.
Mi colaboradora, se ha olvidado de explicarme como se se pone un clip de adjuntar.
Lo siento por lo poco profesional de la entrada.
Os prometo arreglarla mañana.



Buenos días / buenas tardes…

Apreciados profesores y amigos de la New York University, del Centro Rey Juan Carlos I, del Consulado de España en Nueva York, estudiantes, investigadores y amantes de la historia y de la fotografía… gracias por su asistencia.

Hoy da comienzo una gran exposición fotográfica y documental de la obra de un fotoperiodista español, nacido en la ciudad de Valencia y naturalizado catalán, Agustí Centelles Ossó, cuya obra ha traspasado los límites locales y nacionales para convertirse en universal, formando parte del patrimonio histórico de la humanidad.
Agustí Centelles fue un maestro de la fotografía en los años 1930 que ha permanecido escondido, ignorado e inédito durante décadas.

En primer lugar debemos centrarnos en los agradecimientos.
Los dos comisarios, Mikel Nahs y un servidor, junto con todo el equipo que ha trabajado bajo la dirección del Centro Documental de la Memoria Histórica, un organismo del Ministerio de Cultura del Reino de España, no hemos pretendido crear una exposición grande; pero sí que hemos luchado, intentado y logrado, crear una gran exposición.

La exposición de Agustí Centelles i Ossó forma parte del proyecto del presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que durante su mandato ha impulsado la Ley de la Memoria Histórica, como un elemento para avanzar en la reconciliación de todos los españoles. Esta ley ha permitido, a través de ayudas y del impulso ciudadano, empezar a recuperar el recuerdo de muchas víctimas olvidadas, incluso recuperar sus restos y sepultarlos dignamente, pues “mientras hablamos de ellos, siguen vivos”. Todavía queda mucho trabajo por realizar, algunos todavía permanecen en el anonimato; otros son más conocidos, como en el caso del poeta Federico García Lorca, que vivió en esta ciudad entre el 25 de junio de 1929 y el 4 de marzo de 1930.

Gracias al interés y apoyo de la directora Jo Labanny, la subdirectora Laura Turégano, y Luis A. Pérez, hemos intentado aportar una visión intensa y comprometida de la obra de este maestro del fotoperiodismo —un free lance de una ciudad mediterránea llena de luz y creatividad—, que consiguió transformar el momento en un documento, que setenta y cinco años después sigue vigente.

Hecho en falta a dos buenos amigos fallecidos que me dieron fuerza para continuar en este proyecto y desafío, y que si hoy pudieran estarían aquí, disfrutarían en esta experiencia americana: Gonzalo Jar Couselo (general de división de la Guardia Civil y defensor del fotoperiodista frente al conflicto armado) y el historiador Gabriel Cardona (militar, escritor e Doctor en Historia y catedrático de la Universidad de Barcelona).

Una exposición de sentimientos, pasión y emoción.
La exposición no sólo es una muestra fotográfica, la exposición transmite y refleja sentimientos, pasión y emoción. Aunque la fotografía en sí misma está considerada como una técnica, un proceso creativo y un documento histórico, no me voy a centrar en la técnica, ni en el uso de la cámara fotográfica de paso universal, ni en la formación profesional de Agustí Centelles… me centraré en esas emociones, pasiones y sentimientos que nos sorprenden y nos hacen exclamar: “¡oh!”.

La cuidada selección de las imágenes, incluso el tamaño de las mismas, nos permitirá apreciar la obra de Agustí Centelles i Ossó (Premio Nacional de Bellas Artes en Fotografía en 1984, otorgado por el Ministerio de Cultura del Reino de España) de una manera diferente.

La Guerra Civil española fue un ensayo terrible de la Segunda guerra mundial, en ambas el fotoperiodismo asumió un nuevo papel como elemento de transmisión, información y propaganda.

Durante la Guerra Civil española se publicaron cientos de reportajes fotográficos dedicados al conflicto en periódicos y revistas dentro y fuera de España.

El interés que despertó la guerra fuera de España se manifestó en la participación de fotógrafos extranjeros, como Robert Capa, Gerda Taro, que moriría en el conflico, o David Seymour “Chim”. Ellos lograron el reconocimiento de su trabajo, al igual que otros grandes fotógrafos españoles que participaron de manera activa en documentarla.


Agustí Centelles se convirtió en fotoperiodista universal al transformar un momento local en un icono universal. Agustí Centelles fue un joven fotógrafo free lance comprometido con la libertad y los movimientos progresistas, que innovó la forma de realizar y ver la fotografía en España.
í﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽momento mediante la "s im, todo tipo de deportes, do de hace 76 años),  (ricos y pobres),
Cuando comenzó la guerra civil ya llevaba tiempo trabajando como fotógrafo free lance comprometido con la sociedad. Agustí Centelles hizo que los periódicos publicaran imágenes de la sociedad real, huyendo de las fotos estáticas y oficialistas. Fotografió los suburbios de barracas, la injusticia social, las diferentes clases sociales (ricos y pobres), los travestis del cabaret “La Criolla” descrito por Jean Genet en “Tierras de Ladrones” (pensemos que estamos hablando de hace 76 años), los combates de lucha libre, las carreras de ciclismo, de coches, todo tipo de deportes, sesiones en el Parlamento de Cataluña, la crónica judicial, la crónica política, los disturbios ciudadanos, los bombardeos, las víctimas, el destierro y el exilio, la desesperación y la locura… todas sus imágenes captan la vida real que otros fotógrafos veían pero no fotografiaban.

En sus fotografías, Centelles nos hace partícipes del momento mediante la “cercanía”. Sí, Centelles da un paso adelante y deja atrás la línea estática de baterías de fotógrafos con cámaras de trípode que utilizaban un mismo disparo de magnesio. Centelles se acerca al objeto, y al hacerlo nos permite vivirlo. Y huye del disparo de magnesio, al utilizar la propia luz natural para captar los matices y las sombras. Pero aún hay más… Agustí Centelles realizó series (varias fotografías seguidas o relacionadas) de un mismo acontecimiento, series que nos permiten recomponer la historia… no sólo qué paso, sino cómo pasó. Por eso la obra de Centelles recoge la influencia del cine y hoy podemos recomponer lo sucedido. Un ejemplo de esto lo encontrarán en el apartado de las Series en el catálogo.

A ello añadimos que Centelles quiso que sus imágenes, además de recoger el momento, transmitieran algo… y en sus propias palabras siempre quiso que transmitieran “humanidad”. Por eso su imágenes no son sólo meras creaciones —que lo son—, ni meros documentos históricos —que lo son—, sus imágenes reflejan los sentimientos, y en especial en “humanidad”.

Pondré un ejemplo, que además está relacionado con esta ciudad, Nueva York. El 3 de noviembre de 1937, Centelles realizó un reportaje sobre las víctimas del bombardeo de la ciudad de Lleida por la aviación italiana que apoyaba al régimen del general Franco. Entre las víctimas del bombardeo se hallaron decenas de niños que estaban en el colegio. Centelles realizó ese reportaje el día 3 de noviembre de 1937, por la mañana, cuando las víctimas fueron trasladadas al cementerio. Pues bien, una de sus imágenes se ha convertido en un icono del dolor, del desgarro, de la desesperación… todos estos sentimientos forman un alegato a la paz mundial, y esos sentimientos siguen vigente hoy día pues las guerras siguen masacrando víctimas civiles.

Pues bien, esa imagen, que hoy conocemos como “Mater Dolorosa”, en la que una mujer reconoce a su marido entre las víctimas del bombardeo es la imagen de Agustí Centelles que ha tenido a nivel mundial mayor difusión. Y se debe a que la sociedad bíblica editora la difundió en 16 millones de ejemplares, y en 116 idiomas. Su actual sede está a poca distancia de aquí, pasado el puente de Brooklyn. ¿Por qué 57 años después se usó una imagen de Centelles en un alegato de la paz? Porque Centelles no sólo crea y documenta, Centelles transmite sentimientos. Un dato curioso: la revista mutiló la imagen, no citó en su procedencia gráfica e ignoró y pretense seguir ignorando  al autor. Por eso hemos comenzado diciendo que Centelles es un fotoperiodista escondido, ignorado e inédito.

En el año 1986 esta imagen se expuso en Nueva York, y el crítico Gene Thornton escribió en The New York Times, el 2 de febrero de 1986: “la fotografía de guerra de Agustí Centelles donde una mujer llora sobre el cadáver de su marido es la más emotiva de todas las producidas en su género”.

Una selección compleja.
La selección de fotografías de esta exposición ha sido compleja. En él figuran más de 10.000 imágenes, es imposible que 40 representen su labor, por eso se ha realizado una síntesis. Lo que sí hemos querido y conseguido es que el visitante pueda realizar el recorrido de forma cronológica. En el catálogo se reproducen 80, y todas están documentadas secuencialmente.

El título de la exposición une el pasado y el presente. Una letra cursiva clásica —Centelles tenía una excelente caligrafía— y la unión de varias palabras unidas por guiones bajos —tan usadas actualmente en internet— nos llevan a experimentar un Centelles “in”: interior, volcado en su labor, en el que su vida interior, sus ideales, sus pasiones, sus emociones, moldean su trabajo. No olvidemos que durante su juventud Centelles fue un joven comprometido, con un claro pensamiento de filantropía, buscando la verdad a través de la razón, el intelecto y la moralidad.

La palabra “edit” en español es una abreviatura de editor o editado. En inglés se comprende mejor, al referirse a la labor editada o publicada. Por eso junto a la exposición se recogen diversas revistas de prensa internacionales, o sea no españolas, que publicaron fotos de Centelles, revistas de todo tipo de ideología política. También en el catálogo se examinan las fotografías individualmente, pero en la exposición en la biblioteca se exponen además del interior las portadas. Entre las revistas estadounidenses se encontrará News-Week, Life o Look, además de The Watchtower.

Entre las imágenes “edit” se encuentran las que se han reproducido en la lona de la entrada. Las dos dieron la vuelta al mundo, en palabras del propio autor. Y en España, el 19 de julio de este año, o sea, 75 años después el equipo de investigación Gasca reunió en el mismo lugar a los hijos y nietos del fotografiado, y a los hijos y nietos del fotógrafo. El mismo lugar donde tuvo lugar un combate divisivo se convirtió en un lugar de reunión. En vez de balas y cadáveres muertos hubo reconciliación. Les invito a que visiten Barcelona y puedan recorrer los mismos sitios que fotografío Centelles y a pesar de que los edificios hayan cambiado, algunos se han mantenido, puedan vivir la historia que Centelles nos dejó en imágenes. En el mismo escenario, podrán vivir los sentimientos del autor, que son los nuestros. Sí él estuviera aquí esta invitación la haría con lágrimas de emoción.

Finalmente, cierra la admiración “¡oh!” se centra en la sorpresa que nos genera la labor que realizó cuando estuvo interno en un campo de concentración, durante varios meses del año 1939. Es importante remarcar que en este caso, Agustí Centelles fue el fotoperiodista total, puesto que no sólo se limitó a fotografiar, sino que redactó un diario íntimo y colectivo en el que describe sus vivencias y las de sus compañeros. Podemos decir que fotografía y redacta durante meses, pero aún en la desesperación del destierro no renuncia a la “humanidad”.

Volvamos a poner otro ejemplo: en la exposición se puede contemplar el cementerio del campo de concentración de Bram. Pues bien, este mismo campo fue fotografiado por Robert Capa. El mismo. Pero la foto nos muestra el punto de vista diferente de los dos fotoperiodistas. Centelles fotografía a sus compañeros vestidos con traje y corbata en el cementerio, detrás de una línea de cruces blancas. ¿Quién acude a un cementerio vestido con traje y corbata sino es para honrar a un amigo o compañero muerto? La mejor vestimenta se reserva para despedir al compañero o camarada. En cambio la foto de Robert Capa, que se puede ver en el Picture Post de abril de 1939, sólo se ve a un gendarme frente a las cruces, sin nadie más que los enterrados. ¿Qué imagen refleja humanidad? Sin duda la de Centelles, pero no en menosprecio de Capa. Centelles vivió el internamiento, lo sintió y por ello pudo transmitir mejor los sentimientos de los internos. Capa documenta el cementerio, pero bajo la vigilancia de un gendarme, desde la perspectiva del poder. Centelles desde la muerte.

Amigos, les invito a que descubras a Agustí Centelles como persona, les invito a que dejen que él mismo les relate anécdotas sobre por qué, cómo, dónde y cuándo realizó sus imágenes. Desde el catálogo de la exposición él nos habla hoy, se ha potenciado ante todo la propia interpretación del autor. Además se ha potencia la documentación cronológica, con múltiples referencias a obras de prensa de la época en la que los estudiosos podrán investigar su obra.

La maleta francesa
Agustí Centelles fue un precursor en el campo de la fotografía, pero estuvo limitado por la guerra civil española. Su labor quedó enterrada durante 36 años. ¿Por qué? Por lealtad a las personas a las que fotografío. ¿Cuántas veces nos han preguntado: qué se llevaría a una isla desierta? En el caso de Centelles, la pregunta es ¿qué se llevó al exilio? Centelles salvó cuanto pudo de su archivo gráfico personal, en especial cuantas fotos de personas puedieran ser utilizadas por el nuevo gobierno franquista para represaliar a los vencidos. En aquel tiempo, represaliar era aniquilar. Centelles sin saberlo salvó muchas vidas de camaradas que no pudieron huir a Francia. Centelles se llevó dos maletas, una con el archivo fotográfico y otra con cámaras. Mantuvo a salvo esas maletas en el campo de concentración de Argelès y en el campo de Bram, gracias a su carnet de fotoperiodista internacional.

Sus maletas fueron su tesoro, que mantuvo a salvo a toda costa. Cuando tuvo que regresar a España huyendo de la Gestapo, dejó sus negativos en esas maletas en la buhardilla de quien le acogió. Nunca mencionó su archivo, ni tan siquiera a su propia familia. Sabía lo que significaba si su archivo caía en manos de los vencedores. Ni tan siquiera negoció volver a trabajar como fotoperiodista a cambio del archivo. ¿Se imaginan los momentos emotivos que este hombre tuvo que pasar durante treinta y seis años al recorrer los mismos escenarios que había fotografiado? Ni tan siquiera cuando se le devolvió el pasaporte, se fue con su familia y editó su archivo, puesto que el mismo régimen seguía vigente. Centelles esperó y esperó, hasta que el general Franco falleció en 1975. Al año siguiente recuperó su archivo, la maleta francesa… que no estaba perdida como la maleta mejicana de Robert Capa. Su maleta estaba a salvo y los fotografiados también.

Volvió a positivar su archivo y a recuperar lugares, momentos, nombres y apellidos. Con la colaboración de sus hijos Sergi y Octavi empezó a difundirlo. Pero no obtuvo el mismo reconocimiento que los grandes fotoperiodistas de la época. Sí por parte del Ministerio de Cultura del Reino de España que le otorgó el Premio Nacional de Bellas Artes en 1984. Pero no pudo ir a recogerlo debido al estado de salud. Falleció en 1985.

Hoy su archivo esta al alcance de cualquier investigadores de todo el mundo, sin limitación alguna… está depositado por voluntad de sus herederos en el Centro Documental de la Memoria Histórica, que ha comenzado su difusión internacional de manera organizada.

Hoy esta exposición está en la capital cultural  del mundo, Nueva York, y en el futuro se expondrá en otras ciudades de Estados Unidos.

No sólo debemos ser agradecidos, debemos dar las gracias:
Permítanme hacerlo por nombre.

Gracias al Gobierno de España.
A su presidente, don José Luis Rodríguez Zapatero.
A la generosidad y compromiso de Sergi Centelles y Octavi Centelles, hijos del autor.
A la hábil gestión de los ministros de Cultura, César Antonio Molina y  Ángeles Sinde.
Al Director General de Archivos, Rogelio Blanco
A la inteligente gestión  de la entonces directora del CDMH María José Turrión García, a la confianza al proyecto que le presentamos y  al apoyo del director actual don Manuel Melgar.
A todos los trabajadores del CDMH y al fotógrafo salmantino Ángel Luís Verdejo.
A los amigos de la Universidad de Nueva York.
A la colaboración destacada de los miembros de la Brigada Abraham Lincoln.
A los autores e investigadores, Jesús Nuñez Calvo y Daniel Cortijo, a la profesora Rocío Alcalá, a mi hermano Antón que como fotoeditor sufre las consecuencias de nuestra relación familiar. A la magnífica traducción en lengua inglesa
A las periodistas  Natalia Junquera, del periódico El País y a Ester Vera de CNN España.
Gracias al equipo de investigación y a todos los colaboradores que han hecho realidad el catálogo.
Gracias a todos ellos, hoy Centelles no es inédito.
Hoy Centelles es in_edit_¡oh!


La exposición se complementa con una exhibición limitada de casi treinta originales de revistas de todo el mundo que publicaron las fotografías de Agustí Centelles i Ossó, hoy todavía seguimos buceando en los archivos y hemerotecas, buscando originales.

Destaco que el músico español Eduardo Tarilonte ha compuesto un Poema Sinfónico dedicado a la memoria de Centelles. Él, como millones de españoles, desconocía la epopeya del fotoperiodista e impresionado por una historia llena de vitalidad y compromiso compuso la deconstrucción de una bulería (música tradicional de Andalucía) llamada “Mi pena” letra de Antonio García Padilla “Kola”. “Mi pena” fue un lamento interpretado genialmente por el el mejor intérprete de la copla, don Miguel de Molina.

El poema compuesto en cuatro movimientos

1.-Llanto para la libertad (éste es el tema introducción). Es un canto para libertad desde lo más profundo del ser humano. Un canto de revolución por la paz, por algo tan sencillo como una vida digna y feliz.
2.-La Guerra: El horror de la guerra en estado puro...el campo de batalla...
3.-Pesadilla: Cuando el mundo cotidiano se convierte en muerte, en el sufrimiento tuyo y de tus seres queridos.
4.-Sueños Rotos: Abro un caja de música para expresar tantas cosas profundas que sólo pueden salir del alma...cuando el dolor te hace recordar los tiempos felices de tu niñez, donde te gustaría permanecer para huir de la horrenda realidad. Los sueños que todos tenemos perduran e incluso se hacen más fuertes en los momentos más duros.

Una ejemplar en formato CD, firmado por el compositor quedará depositado en la Biblioteca de la New York University.

Amigos, disfrutemos y revivamos la historia, y dejémonos llevar por los sentimientos que se transmiten en las imágenes.

Gracias.

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