Konstruktor, la cámara réflex de ensamblar... ¡por solo 35 dólares!
José Mendiola 15/06/2013 (06:00)Escribe tu comentario
Megapíxels y más megapíxels... las cámaras hoy en día miden sus atributos en una exhibición de fuerza bruta. Los modernos sensores son gestionados con la magistralidad que proporcionan sofisticados softwares con los que resultaprácticamente imposible sacar una foto borrosa. Hay que proponérselo. Sin embargo, no hace tantos años que la única forma de tomar fotografías era completamente a mano: enfocar girando el objetivo y hacer clic a sabiendas que el resultado del disparo tardaríamos en verlo unos cuantos días.
Aquello reflejaba, para muchos, la esencia de la fotografía, y ahora toda una generación de usuarios de smartphones vive ajena a ella. Así las cosas, un grupo de románticos ha decidido revivir ese espíritu de una forma muy didáctica bajo un ambicioso proyecto que ha sorprendido al mercado: llega Konstruktor, un kit de montaje de una cámara réflex a precio de juguete.
La idea brilla por su sencillez: el usuario que quiera conocer a fondo los principios básicos de la fotografía, se hace con uno de estos kits que acaban de salir a la venta y él mismo, con ayuda tan sólo de un destornillador, construye su propia cámara. Es el principio del propio ensamblado el que ilustra al usuario que va, pieza a pieza, entendiendo cómo funciona una cámara réflex. “Queremos desmitificar el funcionamiento de la fotografía”, afirman sus creadores en la web.
El usuario que quiera embarcarse en esta aventura tardará “una media de hora o dos horas” en ensamblar todas las piezas y al final tendrá en sus manos una cámara réflex con todas sus piezas. Lomography, la firma detrás de este producto, basa su éxito en la diversión del usuario en el proceso de fabricación, pero también en la personalización: Konstruktor permite que sea el propio cliente el que decore la creación final a voluntad.
Espíritu "LEGO"
Pero realmente el revulsivo de esta cámara, además de la originalidad de la idea, está en el precio: apenas 35 dólares por el kit, y se vende en todo el mundo. Para alcanzar este precio de derribo el fabricante ha optado por el plástico y plantear el producto como un juguete casi de tienda de chuches: el adulto volverá a ser niño al abrir en su casa esa caja con todas las piezas dentro.
Espíritu "LEGO" pero con un resultado mucho más tangible. Porque no hay que olvidar que Konstruktor es una cámara y como tal permite sacar fotografías que lucen granuladas y con ese color tan retro que ahora emulan los Instagram y similares. Y la experiencia, como apuntamos arranca desde el momento en el que recibimos el paquete: se trata de un embalaje de cartón marrón que se abre a modo de caja de herramientas y ahí están todas las piezas, dispuestas a ser ensambladas.
En lo que toca a la cámara en sí, cuenta con una lente 50 mm/f10 y el resto de los elementos que uno encuentra en una réflex de las de antes, y en la que se pueden utilizar carretes de 33 mm.
Lo cierto es que, aunque Lomography ha sabido impregnar al producto del atractivo irresistible empleando las artes del marketing, la idea no es nueva: ya a finales de noviembre del año pasado, una firma japonesa presentó a su mercado “The Last Camera”, un kit muy similar pero de aspecto mucho más tosco, bastante más caro y orientado inicialmente para el mercado doméstico.
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