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miércoles, 16 de enero de 2013

Robert Adams en el Reina Sofía











La gran novela americana es una foto

El Reina Sofía ‘descubre’ el genio de Robert Adams, gran cartógrafo del Oeste estadounidense

Es la primera retrospectiva consagrada al artista en Europa

'Noreste de Keota, Colorado, 1969', de Robert Adams. / YALE UNIVERSITY ART GALLERY
Los ríos, los álamos y chopos, los caminos y carreteras, el tendido eléctrico, los bosques talados, el cementerio, la escuela abandonada… quizá la gran novela americana no está en manos de un escritor sino en la mirada lacónica, concisa y austera de un fotógrafo solitario, Robert Adams, el hombre que lleva cuatro décadas (nació en Nueva Jersey en 1937 y hoy vive en la otra punta del mapa, en el noroeste de Oregón) intentado escrutar el paisaje de las llanuras. Su primera retrospectiva en Europa, desde ayer y hasta el 20 de mayo en el Museo Nacional Reina Sofía, brinda todo el dolor, conocimiento y épica que requiere uno de los misterios más insoldables de la cultura moderna: el Oeste Americano. “En este paisaje el misterio es una certidumbre, una certidumbre elocuente”, escribe el fotógrafo, poco amigo de viajar más allá de su territorio.
Robert Adams: el lugar donde vivimos ocupa 10 salas de la tercera planta del Reina Sofía. Más de 300 fotografías de pequeño formato y más de 40 libros dispuestos en un espacio expositivo que, como el paisaje que describe Adams, resulta tan luminoso como huraño. Al llegar, uno solo percibe la inmensidad, pero al acercarse a las series de fotografías (que requieren tiempo y foco), las imágenes dejan de ser diminutos puntos en ese mapa que nos guía de sala en sala, de pueblo en pueblo, de historia en historia. La vastedad del territorio se resuelve entonces como la del propio hombre, el que mira y el que dispara. “Las fotografías de Adams se leen”, afirma Joshua Chuang, comisario de la exposición y uno de los responsables de la catalogación de su obra en la Yale University Art Gallery. “El montaje de esta exposición es el más hermoso que jamás he visto de Robert Adams, es una novela épica de la historia de Estados Unidos. Cada sección es un capítulo de esa gran historia. Un recorrido íntimo, sin más información que algunos textos del propio artista, que nos lleva a preguntarnos por los lugares donde vivimos”.
'Kerstin junto a un tocón maduro, Coos County, Oregón', 1999-2003, de Robert Adams. / YALE UNIVERSITY GALLERY
Chuang explica que la idea del título de la exposición, esos “lugares donde vivimos”, surge del prefacio que el crítico e historiador John Szarkowski, director del Departamento de Fotografía del MoMA entre los años sesenta y noventa y uno de los impulsores de la carrera de Adams, escribió para el fotolibro New West(1974): “Su moral es que el paisaje es para nosotros el lugar donde vivimos. Si lo hemos usado de mala manera no podemos despreciarlo sin despreciarnos a nosotros mismos. Si hemos abusado de él, destruido su salud y construido en él monumentos a nuestra propia ignorancia, sigue siendo nuestro lugar, y antes de poder seguir adelante tenemos que aprender a amarlo”.
Adams fue un niño enfermizo que a los 15 años se trasladó con su familia al estado de Colorado. Ahí descubre las grandes llanuras y ahí descubre también la incontrolada mano del hombre en la ciudad de Colorado Springs. Se traslada a California para estudiar literatura y regresa en los años sesenta a Colorado como maestro. “Al igual que muchos otros fotógrafos, comencé a hacer fotografías porque quería documentar aquello que contribuye a la esperanza: el insondable misterio y la apabullante belleza del mundo”, escribe Adams. “Sin embrago, a lo largo del camino la cámara captó también pruebas en contra de la esperanza, y al final concluí que también eso formaba parte de las imágenes si quería que fueran veraces y útiles”.
“En 1975, la exposición Nuevas topografías: fotografías de paisajes alterados por el hombre cambió la percepción del paisaje que hasta entonces ofrecía la fotografía”, explica Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía. “Estaban Nicholas Nixon, Lewis Baltz, Bernd y Hilla Becher... pero por encima de todos destacó Robert Adams, un fotógrafo que sigue siendo un desconocido en nuestro país. No hay concesión romántica ni idealista en su trabajo. Su realidad es la de un cartógrafo. Trabaja como un antropólogo o etnólogo, a la manera que expresó Lévi-Strauss”. “El paisaje”, añade, “es el elemento que le permite cuestionar la modernidad. En su trabajo hay belleza, tragedia, desesperanza y esperanza. Nada más cercano a la actualidad”.
Una contradicción que el propio Adams apunta en un texto situado al final del recorrido, que para João Fernandez, nuevo subdirector del centro, concentra “la ética” de su obra. En el prefacio de su libro The place we live, Adams cita un verso de Hölderlin (“vivir es defender una forma”) que le podría servir, dice, de “epígrafe”: “A lo largo de la historia, el arte ha sido un elemento de esa defensa, un testimonio de nuestros esfuerzos por encontrar la armonía en las contradicciones aparentes”. Y así vuelve a las mismas preguntas: “¿Por qué lo arriesga todo el autor? ¿Por unos sucesos que no puede tolerar? ¿Por una promesa? ¿Por una persona, una estación o un libro? ¿Por un árbol o una carretera?”
En uno de sus viajes a Keota, Colorado, Adams se encontró con la tumba de un hombre que había conocido en las llanuras. En la lápida puso: “Clyde L. Stanley. Keota, mi hogar durante 63 años”. El laconismo de la frase fascinó al fotógrafo. “Seguramente reflexionó mucho antes de decidir que era lo más imporante, y supongo que recordaría la ventisca que había contemplado a través de las ventanas, el aroma de la salvia después de los aguaceros de verano, las conversaciones que había mantendo con los vecinos. El lugar: él era ese lugar a través del amor que le profesaba”.
Después de todo, a la gran novela americana quizá le basten unas pocas palabras.

'Colorado Springs, Colorado, 1968', de Robert Adams. / YALE UNIVERSITY GALLERY

lunes, 8 de octubre de 2012

Lomography, foto 3.0?


“¡No pienses, dispara!” Es la regla de oro de la Lomografía (www.lomography.es), esa manera de hacer fotos espotáneas, mirando o sin mirar por el visor, que nació gracias a que unos estudiantes austriacos descubrieron a principios de los pasados años 90 una pequeña cámara analógica rusa, la Lomo Kompakt Automat, y comenzaron un movimiento estético global. Proponemos una vuelta al mundo en imágenes de la Lomo, empezando en el metro de Nueva York (Estados Unidos).

sábado, 28 de julio de 2012

Arles, ¡Viva la fotografía!

02 Josef Koudelka









Arlés y los afectos circulantes

Por:  26 de julio de 2012
Josef Koudelka Moravie, 1966. Cortesía del artista y Magnum Photos.
Por JUAN PECES
Julio es un mes de ritos importantes en Francia. Además de rememorar un cambio de régimen por la vía expedita –de probada y descabezante eficacia– artistas, observadores y amantes de la fotografía en general se empeñan, desde hace más de cuarenta años, en congregarse en una ciudad del sureste que alberga, además de la Escuela Nacional Superior de Fotografía (ENSP), los Rencontres d'Arles.

Como preludio a la otra gran cita cultural del mes, el Festival de Aviñón, los Rencontres comienzan de manera oficial con un acto de presentación en el que autoridades y gestores culturales escenifican su apuesta por la fotografía y declaran, con diversos grados de pompa, su amor a la imagen.
Puede parece ingenuo, pero, en tiempos de recortes de presupuestos culturales, no deja de solazar al observador escuchar frases como: "¡Viva la fotografía!" (el alcalde de la localidad), "gracias por haber tenido esta idea loca" (el director de la ENSP, celebrando el protagonismo de la llamada "Escuela francesa" en el festival) o la descripción de esta cita como un espacio de "afectos que circulan" en boca del presidente de los Rencontres, el siempre lírico Jean-Noël Jeanneney.
Afectos, querencias y diálogo abundan en Arlés. Si en España se hace cada vez más pesado el gravamen (literal y metafórico) sobre la cultura y la educación, en Francia se destinan fondos a la digitalización y difusión de la fotografía (el portal Arago), se renuevan los fondos estatales para la adquisición de obra e impulsa el anhelo de la mecenas Maja Hoffmann y su Fundación Luma de crear un nuevo centro dedicado a la fotografía (un proyecto en aluminio alveolado diseñado por Frank Gehry) en el Parc des Ateliers de Arlés. Y, honrando el trasvase de conocimientos entre maestro y alumno, se dedica un festival, como ha hecho este año François Hébel, director de los Rencontres, a celebrar los frutos de un proyecto pedagógico y a entablar un diálogo con escuelas de fotografía de otros países.
01 Alain Desvergnes
Alain Desvergnes Gas Man, Bateville, Mississippi, 1964.
No solo se ha mostrado este año una selección de la obra de antiguos alumnos y recién graduados de la escuela de Arlés, lo que permite un recorrido por la escuela francesa a través de la obra de autores como Alain Desvergnes, Dorothée Smith, Olivier Metzger, Jean-Christophe Béchet y Sébastien Calvet, entre otros. También se ha invitado a otros graduados, ahora convertidos en comisarios de fotografía, a compartir sus querencias, y se ha abierto la programación a responsables de otras grandes escuelas.
06 Jonathan Torgovnik
Jonathan Torgovnik Justin con su hermana Alice, Ruanda.
Entre los alumni de Arlés invitados a comisariar tres exposiciones se encuentra el japonés Tadashi Ono. Uno de sus autores elegidos, el fotógrafo israelí establecido en Sudáfrica Jonathan Torgovnik, ha obtenido el prestigioso Premio Descubrimiento del festival y la Fundación Luma por su serie Intended Consequences (Consecuencias buscadas). En ella, el autor retrata a mujeres violadas durante la guerra civil de Ruanda con los hijos nacidos del odio y obliga al visitante de los Ateliers arlesianos (antiguos talleres ferroviarios reconvertidos en sedes de exposición) a detenerse ante cada pie de foto y a reflexionar.
Sin salir de África, John Fleetwood,cabeza del Market Photo Workshop (heredero de los talleres fundados por David Goldblatt) trajo a Zanele Muholi, una apuesta simbólica y reconfortante tras haber tenido noticia, en primavera, del robo de sus archivos de su apartamento en Ciudad del Cabo.
A Philip S. Block, de la escuela del ICP en Nueva York, se debe la elección de Lucas Foglia y su serie A Natural Order, sobre la vida de personas que han decidido desconectarse de la vida consumista y urbana y asentarse en plena naturaleza.
03 Nelli Paloma¦êki
Otra agradable sorpresa ha sido la que nos ha deparado el comisario Jyrki Parantainen con la exposición As time consumes us de Nelli Palomäki, retratista magistral que combina la melancolía de antaño y la nitidez inmersiva del nuevo documentalismo.
La 43ª edición de los Rencontres nos ha permitido ver por primera vez una exposición ampliada con las fotografías que originaron el mítico libro de Josef Koudelka Gitanos(reeditado por Delpire/Lunwerg), con una descripción del proceso de edición y el placer de ver al propio Koudelka –vitalista y juguetón, pero alérgico a las entrevistas en general– y a Elliott Erwitt (re)mirando sus fotos en la iglesia de Santa Ana.
También nos ha cautivado la exposición de Sophie Calle (en particular, la instalación en vídeo), una elaboración sobre una serie iniciada en 1986 sobre los invidentes (Les aveugles) que en esta entrega interroga sobre la última imagen recordada y el encuentro con el mar. El programa asociado del Méjan permite admirar los reportajes premiados de Massimo Berruti en Pakistán (Lashkars) y de Denis Darzacq (Act) sobre discapacitados y expresión corporal.
La fotografía latinoamericana está presente –un año después de la exquisita representación de México en el festival–, de manera destacada, en la muestra de la colección del peruano Jan Mulder, cofundador del Centro de la Imagen de Lima junto con Roberto Huarcaya, así como en el reconocimiento (premio al mejor libro de historia de la fotografía) a la edición francesa de El fotolibro latinoamericano (RM/Images en Manoeuvres) de Horacio Fernández (ed.). La editorial que ha publicado el libro en francés es la misma que trajo a Arlés al marsellés Antoine d'Agata para hablar de su último libro, Ice: un recorrido infernal y estupefaciente ("la esencia de mi trabajo no está en la forma, sino en el compromiso", nos dijo).
Arlés, como bien señala la periodista Miriam Rosen (Mouvement), es una ocasión para descubrir talentos en la calle. Así, en una esquina del barrio de la Roquette, conocimos en persona a Arianna Arcara y Luca Santese, una pareja de fotógrafos italianos miembros del colectivo Cesura Lab y autores de Found Photos in Detroit, el libro de fotografía vernacular del que pudimos ver una selección en la primera temporada de Le Bal en París.
Entre los eventos efímeros extraoficiales que acapararon el interés en Arlés durante la semana de apertura están la feria de editores independientes The last hypermakt ! (Mack, Le Bal Books, Pierre von Kleist, Images en Manoeuvres, Archive of Modern Conflict…), donde pudimos ver, entre otros proyectos, el libro-anticipo de Antonio Xoubanova Casa de Campo (Mack). Un placer similar al de conocer al librero hispanofrancés Raúl Mora, alma mater de la librería Envie de Lire de Ivry, en su librería ad hoc compartida con Les Éditions Gang.
Igualmente temporal era el espacio de debate y exposición organizado por el British Journal of PhotographySelf Publish, Be Happy y Hard Copy, que mostró los últimos trabajos de Zed Nelson (Hackney - A Tale of Two Cities), Cristina De Middel (The Afronauts), Alinka Echevarría (El camino a Tepeyac) y Laia Abril (Thinspiration).
07 Massimo Berruti
Massimo Berruti Sin título, de la serie Lashkars, Pakistan, Valle del Swat, Galoch, marzo de 2011. Cortesía de la galería VU' y la Fundación Carmignac Gestion.
Este año, finalmente, brindamos con champán para conmemorar el 65º aniversario de la agencia Magnum, que tuvo su asamblea general en la ciudad, incorporó al danés Jacob Aue Sobol y al hispanoperuano Moisés Samán y nominó a Bieke Depoorter, Jérome Sessini y Zoe Strauss.
Hay quien considera esta edición de los Rencontres decepcionante o desencajada, pero la conjunción de tantos fotógrafos –conocidos o no–, editores –arruinados o no– e iconófagos no podía deparar sino una ocasión espléndida para aprender y disfrutar.
Les Rencontres d'Arles Arlés (Francia). Del 2 de julio al 23 de septiembre.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Fotografía se escribirá con f de... «Facebook»


Facebook compra la 'app' fotográfica Lightbox para mejorar en móviles

Europa Press
16/05/2012 - 12:49
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Facebook sigue realizando movimientos para mejorar aún más su estrategia para dispositivos móviles. La red social ha comprado LightBox, una aplicación de fotografía móvil. Esta app es muy parecida a la recién adquirida Instagram, ya que también permite realizar fotos con diferentes filtros y compartir esas imágenes con amigos en una red social. Sin embargo, el servicio no estará disponible después de la transacción.
La red social más popular ha hecho una nueva adquisición a pocos días de salir a Bolsa, con la que pretende recaudar cerca de 16.000 millones de dólares, según ha asegurado una fuente cercana a la red social.
Además de en su salida a Bolsa, Facebook está centrada en mejorar su estrategia para dispositivos móviles. El pasado mes de abril compró Instagram, una popular aplicación de fotografía para móviles que permite subirlas a una red social. La operación se realizó por 1.000 millones de dólares (unos 762 millones de euros) con el objetivo, de mejorar las posibilidades de los usuarios a la hora de compartir imágenes desde el móvil.
Ahora Facebook ha dado un paso más para mejorar sus producto para smartphones y ha adquirido LightBox, un servicio muy popular para compartir fotos en los dispositivos de Android. Sin embargo a diferencia de lo que hicieron con Instagram, que se puede seguir utilizando, Lighbox no seguirá funcionando, ya que no se admiten nuevos registros de usuarios y los ya existentes tendrán hasta el próximo 15 de junio para descargar todas sus fotos antes del cierre total del sitio, según ha informado LightBox desde su blog oficial.
LightBox es una aplicación muy parecida a Instagram, ya que también incorpora filtros para fotos y permite compartirlas con contactos y amigos, que no sólo se centraba en plataformas Android sino que también permitían las de HTML5, y ha logrado gran popularidad cosechando millones de descargas.
Los de Palo Alto han contratado a todo el equipo de LightBox, lo que supondrá que ahora contarán con un mejorado equipo de desarrolladores que harán mejor la plataforma. Sin embargo Facebook aunque haya adquirido la empresa no tendrá acceso a los datos de los usuarios alojados en Lightbox.com. Después del 15 de junio, partes de Lightbox pasarán a ser de código abierto.